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REAL MADRID

La redención de Bale

El galés dio la vuelta a su situación en menos de una semana. Convenció a Zidane en Roma y fue titular ante el Celta dando la asistencia del 0-1.

Gareth Bale ha pasado del infierno al cielo en menos de un mes. A Zidane solo le faltó pegarle un empujón cuando le abrió la puerta después de no querer vestirse en el primer amistoso contra el Bayern. "Si Bale se va mañana, mejor...", decía el francés en la víspera de comenzar el carrusel de partidos de pretemporada. Llegado el primer compromiso oficial, el galés fue titular en Vigo contra el Celta, dio la asistencia del 0-1 y cambió el desdén de su entrenador por elogios. "Estoy contento por su partido. Vinicius y él lo hicieron bien y defendieron bien", decía Zidane al tiempo que sentenciaba: "Bale se va a quedar". Sus compañeros se sumaban a la corriente del técnico: "Tenemos mucho respeto por Bale. Si está aquí tiene que jugar, es un futbolista importantísimo para nosotros", comentaba Casemiro.

Fueron los de Balaídos 75 minutos que han rehabilitado a Bale. Zidane ha jugado con él una partida de movimientos ambivalentes durante una pretemporada en la que el galés sólo sumó 104 minutos, el 22º de la plantilla con una participación de solo el 16,51%. De los jugadores de la primera plantilla que no cayeron lesionados (Mendy, Asensio y Brahim) solo Mariano jugó menos que él. Se autodescartó para el partido contra el Bayern, vislumbrado una salida a China que parecía muy cercana, y luego Zidane lo dejó en Madrid cuando el equipo viajó primero a Múnich para disputar los dos partidos de la Audi Cup y más tarde a Salzburgo para enfrentarse al Red Bull.

Sin embargo, en todos los partidos en los que estuvo en la lista Bale acabó participando, aunque siempre desde el banquillo: toda la segunda parte contra el Arsenal, 29 minutos en el derbi y media hora para acabar la pretemporada en Roma. Apariciones que se suponían un escaparate para atraer compradores, pero que Bale, quien siempre fue reticente a salir, ha aprovechado para reivindicar un sitio en el equipo.

Zinedine Zidane saluda a Gareth Bale delante del monitor del VAR después de que el galés fuera sustituido por Isco.
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Zinedine Zidane saluda a Gareth Bale delante del monitor del VAR después de que el galés fuera sustituido por Isco.JAVIER GANDULDIARIO AS

Y Zidane ha acabado dando la vuelta a la moneda sin salirse de su filosofía. Esa en la que ha insistido tantas veces durante la pretemporada. "Esto es lo que tenemos y los jugadores con los que voy a contar", decía antes del partido, cuando ya avanzaba sus intenciones: "Parecía que se iba, pero sigue aquí. Las cosas cambian y voy a contar con él. Es importante y espero que, como todos, me meta en dificultades para hacer el equipo".

No había trascendido aún la lesión de Hazard, que abría un hueco en el once al galés o a Vinicius. Lo que no quiso aclarar Zidane tras el partido en Vigo es quién era el titular en sus planes y quién el beneficiado por la ausencia del belga. Cuando le preguntaron sobre ello, echó balones fuera destacando el trabajo de ambos. "El trabajo de Vini y Gareth ha sido muy bueno, lo hicieron bien y defendieron bien". La amenaza del mercado sigue en pie hasta el 2 de septiembre, pero ahora, si Bale se queda cuenta con la recobrada confianza de Zidane, que podría seguir la misma doctrina para con James.

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