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Un paseo por la nostalgia de Heynckes en San Mamés

Estuvo en el funeral del exgerente Ochoa y el Athletic le invitó al estadio, donde coincidió con Iribar y Gurpegui, al que no veía desde hace 16 años.

Lertxundi, Gurpegui, Heynckes, iribar y Elizegi, en San Mamés
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Jupp Heynckes estuvo en dos etapas en San Mamés y dejó huella. Es uno de los entrenadores más reputados en Europa y desde su aterrizaje en 1992, revolucionó el Athletic con sus ideas ofensivas: aquel célebre rombo, el ataque diabólico de Valverde y Ziganda, la irrupción de Guerrero... Está estos días en Bilbao, ya que ayer asistió al funeral por el exgerente Fernando Ochoa, figura clave en su fichaje por el club vizcaíno, y ha aprovechado para conocer el nuevo San Mamés. Llegó de negro impecable como homenaje a Ochoa, irrumpió en el vestuario de los leones y se topó con Gurpegui, actual miembro del organigrama técnico en el perfeccionamiento individual de los canteranos. "Carlooooos", exclamó emocionado al ver a uno de sus pupilos, al que hizo debutar en su segunda etapa. Gurpe rindió muy bien con Jupp y vivió el calvario por el positivo (el técnico le apoyó como a un hijo). No se habían abrazado desde hace 16 años. El anfitrión entregó al especial invitado una camiseta personalizada con el número 11, con el que el mito alemán brilló en el Borussia Mönchengladbach.

El exentrenador se retrató en el busto de Pichichi y se realizó una visita guiada al estadio con una expedición con mucha historia: Jose Angel Iribar; el traductor del entrenador, Otto Tarnow, y José Julián Lertxundi, su presidente en la primera etapa. Todo ello bajo la atenta mirada y supervisión del actual presidente, Aitor Elizegi.

La velada concluyó con una cena en San Mamés Jatetxea que dirige Fernando Canales, con mil retazos históricos entre Jupp, Gurpegui e Iribar. Al primero se le trasladó una invitación para asistir al palco en el partido de mañana ante el Barcelona, que abre la Liga, pero el técnico, que atesora un palmarés envidiable, con dos Champions (en el Madrid y el Bayern) no puede quedarse por asuntos familiares. Prometió asistir próximamente a algún compromiso de un Athletic que lleva en el corazón.