El Angers, una fábrica de producir extremos

Si hay un equipo que tiene buenos futbolistas en banda en la Ligue 1, ese es el SCO Angers. Un equipo humilde, con uno de los presupuestos más bajos de la competición, y que temporada tras temporada potencia a sus extremos a tal punto de hacerlos diferenciales. En su primer partido de la temporada ganó 3-1 al Bordeaux en otra exhibición de sus jugadores de banda.

El primer jugador que irrumpió con Stephane Moulin en el Angers fue Sofiane Boufal. El actual jugador del Southampton, que ha pasado por La Liga tras estar cedido en el Celta, irrumpió en 2014 en Ligue 2. El estilo del equipo de Moulin siempre ha sido el de replegar para después transitar a la contra por las bandas. En este contexto, Boufal, partiendo siempre desde la izquierda, lanzaba las contras con una conducción y una capacidad para regatear espectaculares. En aquel equipo ya se encontraba Nicolas Pépé, pero es que del Angers salió también Kodija, que se marcharía meses después a Championship.

En su primera temporada en Ligue 1, el Angers realizó una de las mejores primeras vueltas de un recién ascendido. Coqueteó con la primera posición peleando con el PSG durante varias semanas y se convirtió en uno de los mejores equipos defensivos no solo de Francia, sino de Europa. Al ser un fútbol puramente vertical, los extremos volvieron a ser diferenciales. En este caso, Abdoul Razzagui Camará, ex del Mallorca, era un incordio constante partiendo en la derecha y aprovechando su espectacular cambio de ritmo. Fue tal su impacto en la Ligue 1 que sorprendió su salida al Derby Country de la Championship.

Una de las características del Angers en su periplo por la máxima división del fútbol francés ha sido la de reinventarse tras vender a sus mejores jugadores. En la 2016/2017, tras haber vendido a Camará, se juntaron en el equipo varios jugadores diferenciales. Contó para las bandas con Toko-Ekambi, Jonathan Bamba, Nicolas Pépé e incluso Flavien Tait, que, aunque todavía no había explotado, dejó varios detalles del tipo de jugador que se convertiría años después. Ese Angers fue un equipo muy difícil de frenar y estuvo muy cerca de llegar a la final de la Coupe de France.

Tras las salidas de Bamba, Pépé o Toko-Ekambi por su espectacular rendimiento, el Angers continuó fabricando extremos de mucho nivel. Los últimos en llegar fueron Adelaide y el propio Tait, que tras la marcha de Toko-Ekambi, su mejor socio, se convirtió en uno de los jugadores más decisivos de la Ligue 1 partiendo desde la izquierda, pero trazando la diagonal hacia dentro. Adelaide, uno de los mayores talentos del fútbol francés, llegó del Arsenal tras haber naufragado en Inglaterra y encontró en el Angers un estilo de juego acorde a su fútbol. Siendo un extremo que recibe en la banda derecha pero que tiende a centrar su posición para castigar la espalda del mediocentro rival, Adelaide se erigió como otro jugador diferencial en el Angers de Moulin, y no solo eso, sino que acaparó desde el principio el interés de los grandes.

El club ha continuado con la tradición de fichar extremos y se ha reforzado de maravilla en el mercado. Prueba de ello es su primer encuentro en la Ligue 1, en el que tras doblegar por un contundente 3-1 ante el Bordeaux, las bandas volvieron a ser decisivas en el equipo del Loira. Mathias Pereira-Lage, una de las mayores promesas de la Ligue 2 y que llegó del Clermont esta temporada, destrozó en transición al rival partiendo desde la izquierda, pero centrando su posición para liberar al lateral, al igual que Adelaide, que comenzó el partido pegado a la banda, pero centró su posición para combinar con Pereira-Lage y hacer del Angers un equipo imparable a la contra. No sabemos si Adelaide saldrá, pero lo que queda claro es que el Angers es una fábrica de sacar extremos con talento en la Ligue 1 las últimas temporadas, y que no importa si vende cada verano a sus mejores futbolistas, ya que siempre encuentra recambios de nivel a un precio asequible.