Nueve centrocampistas son demasiados hasta en el Barça
El Barça necesita desprenderse de efectivos en la medular. Rafinha, el que está más cerca de salir. Rakitic y Vidal, las incógnitas. Aleñá y Riqui Puig esperan al final del atasco.
Si hasta Valverde admite públicamente que hay overbooking en el centro del campo, es que el Barça debe estar trabajando en ponerle remedio pronto. Tal vez por eso Abidal y Ramon Planes no se hayan quedado en Barcelona y hayan acompañado a su presidente, que también es su vicepresidente deportivo, para ponerle remedio en el transcurso de la gira americana. Nueve centrocampistas son demasiados hasta en el Barça.
Nueve centrocampistas y nueve historias diferentes. Los hay intocables como dos de los capitanes, Busquets y Sergi Roberto, y los dos centrocampistas en los que el Barça confía su proyecto de futuro, Arthur y Frenkie de Jong. Luego están dos veteranos que tienen colgado el cartel de transferibles pero que son los que mejor rindieron la temporada pasada, Rakitic y Arturo Vidal. ¿Prescindir de los que han sido más eficientes en un equipo que con Messi ya en los 32 años necesita rendimiento inmediato? Cuestión difícil de resolver.
Luego están los canteranos, que esperan que desaparezca el atasco para empezar a contar. Son Aleñá, que está en un año importantísimo en su carrera, y Riqui Puig, protegido de la afición y futbolista con una sensibilidad especial que para crecer necesita hacerse un poco de espacio. Finalmente, está el caso Rafinha, que cada pretemporada deja el aroma de grandísimo jugador frustrado por las lesiones que tenía una carrera potencial en el Barça que nunca llegará. El brasileño termina contrato en junio de 2020 y su salida parece segura aunque el club azulgrana no recibirá demasiado a cambio de un jugador que termina contrato en apenas un año.
Admitiendo que saldrá Rafinha, la llave de este enredo es saber si Bartomeu, Abidal y Planes deciden dar salida a Ivan Rakitic o Arturo Vidal. El croata tiene un cartel extraordinario y podría suponer un ingreso importante. Cabe pesar, no obstante, cuánto le da a la caja del club y cuánto en el césped. Su rendimiento ha sido extraordinario en el Barça y es uno de los futbolistas más respetados en el vestuario. Vidal tiene un gran cartel en Italia pero su edad, 32 años, es un hándicap para obtener un gran traspaso.
Una opción más remota es la cesión de los jóvenes. Riqui Puig ya ha dicho que prefiere seguir su desarrollo como jugador a caballo entre el filial y el primer equipo, entrenándose con los mejores. Aleñá tampoco se quiere rendir aunque vive un momento clave en su evolución, tiene cartel en Primera y arranca sus dos años de teórico Sub-21, con la que ya ha debutado. El Barça está dispuesto a moverse ya o a empezar la temporada con exceso de equipaje.