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LEGANÉS

La revolución de Pellegrino en el Leganés era mantener el bloque

De su hipotético once para el inicio de Liga sólo habrá una cara nueva: Marc Navarro. Alegría por mantener a Cuéllar, Silva, Óscar o Braithwaite. Se espera a Omeruo y Carrillo.

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La revolución de Pellegrino en el Leganés era mantener el bloque
JUAN AGUADODIARIO AS

Mauricio Pellegrino es hombre de costumbres. Él mismo lo admite. Gusto por la repetición de lo rutinario que traslada a sus alineaciones en el Leganés. Las sorpresas suelen ser limitadas y, casi siempre, poco numerosas. El núcleo se mantiene. Atendiendo a tan llamativa peculiaridad de su pensamiento, su once titular para el arranque de Liga (sábado 17, Osasuna, 21:00) ya estaría casi definido. Lo usó (sin Cuéllar) por primera vez en Tánger ante el Ittihad (0-2) y lo repitió el sábado frente al Amiens (0-1). A saber: Cuéllar;  Marc Navarro, Bustinza, Tarín, Siovas, Silva; Eraso, Rubén Pérez, Óscar; Braithwaite y Sabin Merino. Equipo en el que, por encima de todas las cosas, destaca un detalle: sólo cuenta con una cara nueva. Se trata de Marc Navarro.

El resto del bloque ya estaba en la plantilla la pasada temporada. Buena noticia para El Flaco porque eso significa que el Leganés ha sido capaz de retener alguna de las piezas claves de su curso de estreno en Butarque. Como Cuéllar, al que se le daba firmado por el Valladolid y quien, gracias a un fallo en su contrato con los pucelanos, pudo romper su vínculo con los blanquivioletas sin consecuencias (por ahora) legales de ningún tipo.

También continúa Jonathan Silva, antes cedido y por el que el club ejerció el pago de tres millones de euros para adquirir sus servicios en propiedad al Sporting de Lisboa. Óscar, que el curso pasado jugó a préstamo por el Real Madrid, repite cesión y también galones en una medular en la que se ha convertido en intocable. Suyas son, además, casi todas las jugadas a balón parado.

De todos estos nombres Braithwaite representaba el reto más complicado. Por que tenía muchas novias, porque su precio era elevado y porque su salario tampoco lo ponía fácil. Su fichaje (cinco millones, cuatro temporadas) es, por ahora, la guinda de un pastel al que todavía le quedan ingredientes.

Como la posible vuelta de Omeruo (en Butarque son optimistas) o de Guido Carrillo (al sur de la capital lo ven factible). Y a todo esto En Nesyri, el máximo goleador del equipo en el curso anterior (once goles en competiciones oficiales) también continúa tras rechazar la oferta que le había planteado el Brighton.

Todos son nombres que ya estuvieron la pasada campaña y que blindan un proyecto en el que la revolución era mantener bloque. Por ahora, el Leganés lo está consiguiendo.