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REAL MADRID-FENERBAHÇE

Benzema para la sangría

Su hat-trick y el arreón final de Mariano le dieron al Madrid su primera victoria. La defensa volvió a fallar ante un rival menor. Lucas Vázquez se lució.

Benzema marca uno de los goles del Madrid.
Benzema marca uno de los goles del Madrid.JESUS ALVAREZ ORIHUELA

Sin tirar de confeti, sin que la calabaza se haya convertido en carroza, ganó al fin el Madrid, uniformado de verde Betis, en esta infausta pretemporada. Fue ante un Fenerbahçe de cristal atrás, pero que le hizo tres goles a dos porteros. A más de tres por partido sale el equipo de Zidane este verano. Fue la tarde de Benzema, autor de un hat-trick y responsable de que al Madrid no se le declare zona catastrófica sin haber jugado un partido oficial. Y también de Lucas Vázquez, que le dio un ala al equipo, y de Mariano, que estuvo en dos goles. Quién sabe si le saldrá bien la cabezonada de querer quedarse.

Fue una cumbre de apaleados: el Madrid, al que aún le duele Nueva Jersey, y el Fenerbahçe, atizado por la colonia turca en Alemania tras el set encajado ante el Bayern. También fue un encuentro de dos equipos que defienden poco y mal, como prueba su cuenta de resultados en esta pretemporada. Peor incluso el conjunto turco, que ni siquiera supo administrar su ventaja inicial (lo de empezar perdiendo se está cronificando en el equipo de Zidane) y resultó una cama deshecha atrás.

Vino a decir Zidane en la víspera que adivina un equipazo entre los escombros, una cortesía para la plantilla pero un mensaje de poco calado para la hinchada. A la hora de la verdad sólo se vieron los restos del curso pasado, es decir, la jerarquía de Benzema, la única solución anotadora del equipo. Pero el proyecto sigue sin pavimentarse. Mejoró levemente Hazard, picoteó en la izquierda Vinicius cuando se fue el belga (que le cierra su banda buena), se esforzó Valverde en la recuperación, pero el grupo se protegió mal, en el repliegue mostró un altísimo índice de vulnerabilidad y esta vez a Keylor le abandonó la suerte: los pies suicidas de Marcelo y Odriozola le desviaron dos remates sin demasiadas complicaciones camino de la red. El máximo rigor de la ley de Murphy.

Mariano pide una oportunidad

Cierta parte de la plantilla parece momificarse. A Odriozola le encuentran la espalda con facilidad, Marcelo sólo ha dejado sus abdominales al sol en esta pretemporada y un ratito ante el Arsenal, los centrales rotan sin que una pareja mejore a la anterior, Kroos blandea escandalosamente, Bale se baja del carro de Múnich para bajar el hándicap en Madrid, James se entrena sin saber para quién. Un aire decadente que no abandona al equipo ni en partidos de tamaño menor como este.

Para seguir la costumbre, el Madrid salió en paños menores y se vio por detrás pronto y con Keylor de palo a palo para mitigar el desastre. Dos buenas paradas dejó tras el 1-0. Luego, el equipo, ayudado por la defensa verbenera del Fenerbahçe, remontó. Los dos goles fueron de Benzema, atento a desatenciones severas de los turcos. Y con aquello medio encarrilado empató Dilar, ayudado por un desvío de Odriozola pero que llegó a los terrenos de la verdad con las puertas abiertas de par en par.

Sin Hazard mejoró el Madrid. Zidane metió a un Lucas con chispa y con un centro medido le regaló el hat-trick a Benzema, pero tampoco esta vez se despegó. La cosa derivó en tiroteo. Un misil de Tufan afeó la entrada de Lunin, que pudo hacer más que rozarlo. Y el primer balón que tocó Mariano le sirvió a Nacho para poner por delante al Madrid en el rechace del meta. En un ratito dejó mejores sensaciones que Jovic en sus tres apariciones, combustible para los críticos del fichaje del serbio. Metió el quinto gol y lo celebró como un novillero. Pudo hacer dos más. Otro que mete en un lío a Zidane.