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REPORTAJE

Como en casa en ningún sitio

A excepción de Italia y Francia, la mayoría de los grandes clubes europeos fían sus proyectos a entrenadores que militaron en el pasado como futbolistas en el club.

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Como en casa en ningún sitio

Cuenta el refranero español que "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". Su significado hace referencia a que a veces es mejor no arriesgar aquello que se conoce por algo que pueda resultar finalmente peor. Aplicado a la actual dinámica en el fútbol, muchos de los grandes clubes europeos han iniciado sus proyectos para la próxima temporada con entrenadores, de mayor o menor experiencia, que fueron en su día futbolistas en dichos equipos.

Esta regla se cumple especialmente en España. Los tres gigantes de nuestro balompié (Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid) cuentan con técnicos que también vistieron los colores de sus clubes durante sus respectivas etapas como jugadores. En otros países como Inglaterra (Chelsea y Manchester United), Alemania (Bayern de Múnich), Holanda (PSV) o Portugal (Oporto) también han decidido confiar en gente de la casa para sacar adelante sus objetivos.

Real Madrid

Una simple servilleta, en la que Florentino Pérez preguntó a Zidane si deseaba jugar en el Real Madrid, fue el comienzo de este idilio que dura ya 18 años. El francés llegó al conjunto blanco en 2001 a cambio de 77,5 millones de euros, convirtiéndole en el traspaso más caro de la historia.

Con la camiseta blanca, Zidane disputó 227 partidos y anotó 49 goles. Junto a 'Los Galácticos' conquistó una Liga, dos Supercopas de España, una Champions League, una Supercopa de Europa y una Copa Intercontinental. Su volea en la final de Glasgow quedará para siempre en la retina de todos los madridistas.

Barcelona

Ernesto Valverde aterrizó por primera vez en Can Barça a petición de Johan Cruyff en el verano de 1988, tras haber sido uno de los jugadores más destacados en aquel Espanyol que perdió la final de la Copa de la UEFA contra el Bayer Leverkusen. Renqueante de una lesión, el txingurri recayó en aquella pretemporada, un síntoma de lo que vendría después. En sus dos temporadas como futbolista azulgrana tan solo pudo jugar 29 partidos y marcar 10 tantos.

Atlético de Madrid

Santo y seña del Atleti del doblete, Simeone fichó por el conjunto rojiblanco en 1994. Su coraje y corazón, parafraseando al himno del club, enamoraron a una afición que lo situó como uno de sus ídolos. Dirigido por Radomir Antic, el argentino fue una pieza clave en la consecución de LaLiga y la Copa de 1996. Su gol ante al Albacete en la última jornada liguera aún se recuerda entre la hinchada colchonera.

Seis años después de su marcha, Simeone regresó a su casa para disputar sus dos últimas temporadas como futbolista en Europa. Ya en sus últimos coletazos, el Cholo se vistió de corto 47 veces y anotó tres goles.

Chelsea

Trece temporadas, 642 partidos, 209 goles, 150 asistencias, capitán del club, máximo goleador de la historia del Chelsea, elegido tres veces como jugador del año por sus aficionados… una auténtica leyenda. Bajo su liderazgo en el centro del campo, el Chelsea vivió los mejores años de su historia con cuatro Premier League y la primera Champions de la historia del conjunto blue.

Son ya dos temporadas fuera de la pelea por la Premier y Román Abramóvich ha depositado su confianza en Lampard para devolver al Chelsea a la lucha por el título. El ahora técnico llega procedente del Derby County, al que dejó a las puertas del ascenso tras perder la final del Playoff contra el Aston Villa de John Terry.

Manchester United

La figura de Ole Gunnar Solksjaer no podría entenderse sin el Manchester United. El noruego llegó a Old Trafford en 1996 y se convirtió en el suplente de oro de Sir Alex Ferguson resolviendo los partidos desde el banquillo, tal y como sucedió en la final de la Champions de 1999. Solksjaer saltó al terreno de juego en el 81' y marcó el tanto de la victoria en el 93', escribiendo una de las páginas más bonitas de la historia de los Red Devils.

Con el United fuera de la lucha por Europa en la Premier, al borde de la eliminación en Champions y con un vestuario dividido bajo el mando de Mourinho, los dueños del club llaman al exdelantero para coger las riendas. Contra todo pronóstico levanta el vuelo en liga y elimina al PSG con una memorable remontada. A pesar de un final de temporada algo descafeinado, el regreso de Solskjaer ha devuelto la luz al Teatro de los Sueños.

Bayern de Múnich

Un club familiar en la élite europea. Continuamente a contracorriente del resto, el Bayern siempre se ha fijado en gente de la casa para dirigir el equipo. Hoeness (que dejará próximamente su cargo), Beckenbauer, Rummenigge…Tres exjugadores capitaneando el club. Con estos antecedentes no era descabellado pensar en Niko Kovac para el banquillo. Su pasado bávaro y la final de la Copa de Alemania ganada al Bayern con el Eintracht dieron al croata las suficientes credenciales como para sustituir a Jupp Heynckes.

Tras un año regular, de menos a más, Kovac salvó el puesto con un gran final de temporada en el que acabó logrando la Bundesliga y la Copa. Dos títulos que convencieron a la directiva del club alemán para que el croata continuara liderando la profunda renovación que está viviendo el Bayern.

Oporto

Sergio Conceiçao comenzó su carrera profesional en las categorías inferiores del Oporto. Sus galopadas en la banda le hicieron un fijo con los Dragones hasta que el club decidió venderle al Lazio por 10 millones de euros. Una vez finalizado su periplo por Italia, regresó a Portugal de la mano de Mourinho, con el que no gozó de muchas oportunidades pero que sirvió de inspiración para su futura carrera como entrenador.

Ya como técnico, su espectacular campaña con el Nantes, al que clasificó quinto, llamó la atención de un Pinto da Costa que necesitaba un golpe de timón para el proyecto. Conceiçao, tras cuatro ligas consecutivas del Benfica, logró la liga NOS la pasada temporada.

PSV

Cuatro Eredivise, una Copa de los Países Bajos, tres Supercopas, futbolista del año en Holanda… y todo ello antes triunfar con la elástica del Barcelona y del Bayern de Múnich. En Eindhoven, Van Bommel protagonizó una de las grandes etapas del club eclipsando al Ajax, su eterno rival. Sin embargo, su regreso ha coincidido con la vuelta del mejor Ajax. Un reto mayúsculo al que Van Bommel tendrá que enfrentarse.