La encrucijada de Coutinho
Desde el Barça le dicen que es intransferible, pero su nombre aparece en todas las operaciones de trueque. La llegada de Griezmann no le ayuda. Las ofertas no llegan.
Philippe Coutinho disfruta de sus vacaciones siendo consciente de que se enfrenta a una temporada incierta. El fichaje más caro de la historia del Barça ha visto como una y otra vez su nombre era el denominador común para abaratar cualquier gran operación. Tanto él como su agente reciben por parte de la directiva mensajes tranquilizadores, pero tienen la certeza de que están en el mercado.
Kia Joorbachian, representante de Coutinho, se quejó este pasado sábado en los micrófonos de la Cadena SER de que el Barça tenia un doble discurso. Dijo el agente del brasileño que "claro que no tenemos ofertas, porque nos han dicho que íbamos a seguir aquí, pero resulta que ahora veo que se desliza que no cuentan con el futbolista".
Y es que más allá de la llegada de Neymar, más que improbable, a Coutinho le ha llegado una competencia muy seria con el fichaje de Griezmann. Una competencia qe viene a sumarse a la de Dembélé, que ya la temporada pasada le ganó la partida a igualdad de condiciones. Jon Aspiazu, segundo entrenador del Barcelona retrató con una frase tan significativa como poco afortunada: "Dembélé le ha pasado un poco por encima".
Así que el Barcelona empieza a tener un problema con un jugador que va a ser muy difícil traspasar sin que entre en un trueque al estilo Cillessen-Neto en el que se pueda marcar el precio de mercado conveniente sin necesidad de utilizar dinero real.
Muy pocos equipos en el mundo tienen la capacidad de pagar más de 100 millones de euros por un jugador, más allá de que sea Coutinho, que es la cantidad que necesita el Barça para dar su fichaje por amortizado tras un año y medio. Eso, sin tener en cuenta lo que percibe de ficha.
O Coutinho se incorpora con otro espíritu que no tenga nada que ver con el que exhibió la pasada temporada tanto en el Barcelona como en la Copa América con Brasil o sabe que será un habitual del banquillo.
Él quiere jugar minutos y ante esta situación una de las soluciones que se adivinan es la de cederle a un equipo que convenza a las tres partes al estilo de lo que hizo el Real Madrid con el Bayern de Múnich en el caso de James.