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ATLÉTICO

Kilómetros y kilómetros de pretemporada en San Rafael

Sesión muy física del Atlético esta mañana en el campo de fútbol 1, protagonizada por la carrera continua. Koke, ausencia ayer, completó una parte. Otra, estuvo con Pitillas.

Segovia
Simeone, con sus jugadores en San Rafael.
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

La cuenta exacta quizá sólo esté en esos cronómetros que Carlos Menéndez, segundo del Profe, y Dani Castro, tercero, sostenían en la mano esta mañana en el campo de fútbol. La de kilómetros y kilómetros que suman las piernas de los futbolistas rojiblancos en la estadía de dos semanas en Los Ángeles de San Rafael. Ya son muchos. Y se notan. Ocho días de exigencia máxima. La de esta mañana fue de las duras. De las de correr, correr. Habitualmente en el campo de golf, anoche a última hora se cambió el plan. La sesión sería en el campo de fútbol. Qué hacer sin embargo no. Lo de siempre entre los hoyos 7 y 8. Correr, correr y correr. Cada futbolista lleva en el pecho una banda que recoge, milimétrico, exacto, todo. Pulsaciones, intensidad, los kilómetros recorridos. Koke hoy sólo corrió la mitad

Un Koke ayer ausente de los entrenamientos, mañana y tarde, por es del reparto de cargas de trabajo, que lo de las 50 lesiones musculares de la temporada está ahí, como un fantasma, y Simeone y su cuerpo técnico ha detallado hasta el extremo qué hacer y no para ahuyentarlo, para que no se repita. Ese Koke que desde que esta mañana bajaba del autobús ya no era uno más: mientras los demás hacían trabajo físico con balón (y camas elásticas, y bosus, para trabajar el equilibrio, el golpeo y la propiocepción), él se mantenía al margen, en un lateral, junto al readaptador rojiblanco, Óscar Pitillas.

Koke, sobre el campo esta mañana con el readaptador Oscar Pitillas.
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Koke, sobre el campo esta mañana con el readaptador Oscar Pitillas.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Estirando, trotando, solo. Pasaría a formar parte del grupo cuando los conos amarillos que esperaban en los córners del campo tomaron de pronto un protagonismo inesperado: marcarían el camino a recorrer. Los kilómetros y kilómetros de esta mañana. Y parecía que estaban lejísimos unos de otros. Los futbolistas, divididos en dos grupos, dieron más de diez vueltas al campo a ritmo constante. "Cansa sólo de mirarlos", susurraba un niño con el 19 a la espalda y el nombre de Costa una de las muchas veces que pasaron ante él. Pues Simeone los corrió con ellos, sus jugadores.

Savic, Diego Costa...

Formaba parte del grupo en el que estaba Koke (porque la parte de dar vueltas al campo sí que la completó, la única), con Saúl, Diego Costa. Lodi, Kalinic, Llorente. Morata... Y aguantando el ritmo. Ese que marcaban los ayudantes del Profe mirando sus relojes. El preparador físico también. "Más despacio", indicaba y era como si su voz le bajara el volumen a las piernas. En el otro grupo, Correa, Lemar, Vitolo, canteranos como Toni Moya, Felipe y un portento: Savic. Ha comenzado fuerte el montenegrino esta pretemporada, muy fuerte. Bastaba verle en el ejercicio que siguió a la carrera continua alrededor del campo, cuando Koke ya se había ido al autobús, con Pitillas: más carrera pero diferente. Los jugadores corrían de una portería a otra mientras el Profe iba marcando las zancadas. Uno, dos, tres, cuatro... y así hasta catorce.

Ya todos juntos, Savic salía el último y siempre llegaba el primero. Bien lo registrarían los cronómetros del cuerpo técnico. Esos datos que de los pechos de los jugadores pasaban por ahí para guardarse en un ordenador que reposaba sobre una silla en el centro del campo. Al terminar la sesión, ya sí, de verdad, hora y media de kilómetros y kilómetros después, Costa, cómo no, se acercó a echar un vistazo. Y le gustaría lo que vio. Lo estudió largo rato. También ha vuelto fino fuerte a esta pretemporada, tal y como Simeone quería. También estará en los cronómetros.