Las Palmas le toma el pulso a la nueva Ciudad Deportiva
Raúl Fernández, recuperándose en casa de su lesión, y Mateo García y Christian Rivera, que ultiman su salida, únicas ausencias.
Desde el lunes, todo es distinto en la otrora ruinosa cima de la colina de Barranco Seco. Allí luce, esplendorosa, la nueva Ciudad Deportiva de la Unión Deportiva Las Palmas, 22,5 millones de euros después. “Recuerdo que, cuando traje aquí a Prince (Boateng) por primera vez, me dijo que si lo llega a saber, no firmaba. Los vestuarios eran barracones y no había agua caliente”, recordaba Miguel Ángel Ramírez a comienzos de la presente semana.
De aquello no queda ni el polvo, y los futbolistas del primer equipo amarillo disfrutan hoy de unas comodidades que hasta hace bien poco eran impensables. Tan bien equipadas están las nuevas instalaciones de la UD, que ni siquiera hay necesidad de concentrarse en el sur de la isla en esta época del año, como venía siendo habitual.
En esta semana de estrenos, Pepe Mel y los suyos se ejercitaron ayer por primera vez en doble sesión en dos campos de césped natural de uso exclusivo para ellos, a las 10.00 y a las 18.00 horas. Y todo sin tener que moverse ni salir del recinto.
Los 29 jugadores con los que por el momento cuenta Mel para estos días (Diego Parras, De la Bella, Mauricio Lemos, Curbelo, Rubén Castro, Maikel Mesa, Araujo, Timor, Josep, Álvaro Lemos, Deivid, Aythami Pekhart, Javi Castellano, Galarreta, Mantovani, Dani Castellano, Srnic, Álex Suárez, Cedrés, Fabio, Jesús Fortes, Álvaro Valles, Kirian, Benito Ramírez, Toni Robaina, Josemi, Benito del Valle y Edu Espiau), todos salvo Raúl Fernández, que se incorporará la semana que viene, inauguraron su nuevo comedor. El objetivo del cuerpo técnico, siguiendo pautas médicas, es fijar los hábitos alimenticios para toda la temporada. Se imponen las proteínas, verduras e hidratos. Tener cocina propia facilita una labor que se prolongará durante todo el curso. Otra de las comodidades de la tan ansiada Ciudad Deportiva.
Mateo y Rivera, cuestión de días
Del núcleo de futbolistas con los que puede contar Pepe Mel para un primer proyecto de inicio con la UD, estos días se han contabilizado tres ausencias: Raúl Fernández, que ultima su recuperación en la Península; Mateo García y Christian Rivera. Estos dos últimos, salvo sorpresa, ni siquiera se incorporarán a la pretemporada. Con permiso del club, no se entrenan en lo que resuelven su futuro profesional. No cuentan para Las Palmas. Su salida, de manera oficial, es cuestión de días.