La sigilosa desconexión de Pep Segura en el club
Desde la dimisión de Jordi Mestre, su máximo valedor en la junta, el rol del director deportivo del Barcelona ha quedado reducido a la mínima expresión.
“Pep Segura tiene los días contados en el club”. Esta afirmación de un ejecutivo del club se ha instalado a todos los niveles en la entidad catalana desde el pasado miércoles, día en que su máximo valedor en la junta, el vicepresidente Jordi Mestre, anunciara su “dimisión irrevocable” en un comunicado tras constatar, según reconoció el propio presidente Josep Maria Bartomeu, una serie de “discrepancias deportivas” en la última reunión de la junta directiva. Pese a que el dirigente blaugrana no quiso desvelar el epicentro de las diferencias, el nombre de Pep Segura y sus métodos de trabajo fueron la espoleta que abrieron la caja de Pandora.
Bartomeu, que desde el miércoles se ha cargado en la mochila de sus funciones la de vicepresidente deportivo, anunció públicamente que estudiaría el caso Pep Segura. Antes ya convocó una cumbre con el propio director deportivo, junto al CEO, Oscar Grau, para anunciarle que su situación en el club sería revisada y que se le informaría en los próximos días de sus nuevas funciones. Se llegó a rumorear que Segura había presentado la dimisión, consciente que le iban a cortar las alas, pero parecer ser que finalmente el ejecutivo dio marcha atrás y aseguró sentirse “fuerte” para seguir adelante.
En todo caso, si Pep Segura tenía alguna duda sobre su incierto futuro, el propio Bartomeu se encargó de despejarla durante la presentación de Frenkie de Jong. Pese a ser todavía el ejecutivo del club con más rango en el área deportiva, el presidente decidió apartarlo del foco mediático, cediendo el protagonismo al secretario técnico, Eric Abidal.
Sentado en primera fila, pero escorado en una de las bandas, apenas habló con nadie durante todo el acto de presentación. Aislado y solo, y con rictus serio y de circunstancias, Segura vio como lo ninguneaban sistemáticamente de todas las reuniones que se mantuvieron, antes y después de la presentación de De Jong, tras conocerse el duro comunicado del Atlético.
No hay duda de que Segura está caminando ahora mismo en el alambre y sin red. En el mejor de los casos para él su papel en el club quedará reducido a la mínima expresión y en el peor será destituido en los próximos días. Lo cierto es que su paso por el club blaugrana será recordado más por sus desatinos y errores que por sus aciertos. Pase lo que pase a partir de ahora, el método Pep Segura quedará aparcado definitivamente en el baúl de los recuerdos.