Segunda B y Tercera: ¿Sirve para algo ser campeón de grupo?
La segunda oportunidad que tienen los líderes de grupo, si no suben en el enfrentamiento entre ellos no ha sido aprovechada por éstos. Sólo 1 de 11 ha subido.
El trabajo de toda una temporada se puede ver frustrado en menos de un mes, en los playoffs. Eso mismo le ha ocurrido a los campeones de grupo de Segunda B y Tercera que no consiguieron el ascenso de categoría en su primera oportunidad, en el duelo entre iguales. La frustración que supone perder el primer cruce es tan grande que muy pocos equipos se rehacen. De hecho, de los 11 equipos que han gozado de su privilegio de campeón sólo 1, el Cádiz B, ha subido. En Segunda B, ni Recreativo ni Atlético Baleares se sobrepusieron y seguirán en la categoría de bronce.
La temporada es muy dura y los equipos llegan con las baterías parpadeando a los playoffs. Tanto es así que varios líderes de grupo gastaron sus energías en ese primer cruce, y al caer, no levantaron el vuelo y fueron eliminados en la segunda eliminatoria. Es el caso del Recreativo, vencido por el Mirandés, en Segunda B. Y, en Tercera, el Escobedo, Zamora, Jaén y Tamaraceite cayeron a las primeras de cambio, ya sin red.
Los 6 equipos que consiguieron pasar el bache y seguir en el playoff fueron el Hércules en Segunda B y el Lealtad, Portugalete, Cádiz B, Tarazona y Socuéllamos en Tercera. Pues bien, sólo el filial gaditano ha salvado la honra de los campeones de grupo y ha conseguido el ascenso de categoría tras eliminar al Unión Viera. El resto de equipos no pudieron superar la fase final. El Hércules se vio totalmente dominado por la Sociedad Deportiva Ponferradina. En Tercera, Lealtad y Tarazona vieron como les remontaban la eliminatoria, mientras que Portugalete y Socuéllamos nos fueron capaces de vencer a Prat y Algeciras respectivamente.
Esto es una muestra de lo difícil que es salir vivo del playoff de ascenso tanto de Segunda B como de Tercera. Y, es más, que ser campeón de grupo te asegura tener dos oportunidades para ascender, pero no ascender. Es la magia del fútbol modesto español.