EURO SUB-21 | ESPAÑA 2-BÉLGICA 1
Fornals nos da la vida
La Rojita volvió a ponerse arriba, gracias a Olmo, pero el empate le hizo daño. Un derechazo del jugador del West Ham en el 88' nos mantiene en la Eurocopa.
Y en el 88, Fornals. Justo cuando la victoria o la goleada ante Bélgica nos sonaba a quimera, el nuevo fichaje del West Ham nos regaló un derechazo que nos mantiene vivos en la Eurocopa. Nada de hacer las maletas, que el sábado hay partido ante Polonia y tiempo por delante para buscar todos los números y probabilidades posibles (voy marcando el número de Mr. Chip...). Respiremos. Fornals y compañía lo merecen.
Un gol lo encauza todo, o casi todo. Y ese gol llegó en el minuto 5 en una jugada que habla por sí sola de la clase que esconde esta selección Sub-21. Aguirregabiria pasa a Soler, quien apura línea de fondo y centra atrás para que Dani Olmo remate de zurdazo cruzado. Imposible para De Wolf. Y excelente puesta en escena para el delantero del Dinamo de Zagreb, que debutaba con la complicada tarea de hacer olvidar a Ceballos en la media punta. Dani, mientras, jugaba más atrás, junto a Merino. Se organizaba de ese modo el equipo ante la ausencia de Fabián, a quien las molestias tras el duelo con Italia no le permitieron llegar a tiempo.
El tanto consiguió mitigar el vértigo habitual en este tipo de partidos, en los que la urgencia por la goleada te hace creer que puedes marcar el segundo antes siquiera de haber marcado el primero. Johan Wallem ordenaba a sus jugadores con las líneas muy juntas, pero ni por esas. La movilidad ofensiva de España hacía daño, con Junior y Aguirregabiria llegando a línea de fondo y con sus compañeros desdoblándose. Sin embargo, cuando el mar parecía calmo, llegó el gol belga. El jugar partidos te da poso, confianza, y el no jugarlos te la quita irremediablemente. Así que, de igual manera que Simón no anduvo fino en el primer gol de Italia, tampoco lo estuvo Sivera en el que significó ayer el empate de Bélgica.
Como en el partido con Italia
A lo que asistíamos era a un calco del partido con el que arrancó el Europeo para nuestra selección. Un gran gol y a partir de ahí, un declive del que el rival saca tajada. El gol de Bornauw (o de Soler en propia puerta, qué más da) nos dejó grogui lo que quedaba de primera parte. Porque apenas supimos generar de ahí hasta el descanso una acción individual de Ceballos, cuyo remate despejó al poste De Wolf y posteriormente acabó en córner.
Ceballos fue el protagonista en ese esprint final de la primera mitad como también lo fue en el primer tramo de la segunda. El de Utrera estrelló una falta magistral en el larguero y poco después remataba alto otro ataque de la Rojita, que monopolizaba el balón. La catarata de ocasiones no cesaba, ya fueran Olmo, Junior o Mayoral quienes remataban a portería. Este último dejó el nueve en manos de Mir justo cuando Pedraza suplía a Oyarzabal. Pero nada parecía surtir efecto a Luis de la Fuente, pues España se difuminaba casi por completo. Y en eso llegó el minuto 88, y en eso surgió Fornals. Bendita derecha.