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MUNDIAL FRANCIA

A Labbé, la portera de Canadá, no le dejaron jugar con hombres

La meta canadiense consiguió hacerse un hueco en el Calgary Foothills de la cuarta división estadounidense. Jugó amistosos, pero no le dejaron competir por la normativa

Francia
Labbé durante un partido del Mundial de Francia.
PASCAL GUYOTAFP

Stephanie Labbé demostró que el género no siempre es un impedimento. La meta de Canadá convenció a un entrenador, Tommy Wheeldon Jr. del Calgary Foothills de la cuarta división de Estados Unidos que podía competir con los hombres. El técnico decidió juzgarla en el campo y le convenció. Sin embargo, tras jugar algunos amistosos, el club no pudo inscribirla en la liga por la normativa. Y es que FIFA deja claro que las competiciones sí tienen género e impide que pueda haber ligas mixtas, algo que muchos verían con buenos ojos. Esta la es la historia de Labbé, la portera que hoy triunfa en elNorth Carolina Courage y con su selección, pero que en 2018 buscó nuevos retos y demostró que sí puede jugar contra hombres.

A sus 32 años, Stephanie Labbé ya lo ha vivido todo como futbolista. Triunfó en la liga sueca, se colgó la medalla de bronce con Canadá en los Juegos Olímpicos de Río en 2016 y ahora mismo está disputando su tercer Mundial. Pero la meta estaba cansada y necesitaba nuevos retos, así que en 2018 llamó a las puertas de numerosos equipos masculinos en busca de una oportunidad. Ella sentía que, bajo palos, podía parar cualquier balón, independientemente de quien tirara. Así que tras muchas puertas cerradas apareció Tommy Wheeldon Jr. entrenador del Calgary Foothills de la cuarta división de Estados Unidos. El técnico le dijo que le juzgaría por lo que viera en el campo y Labbé hizo la pretemporada con el equipo masculino. Admitió que se sentía en desventaja física contra la mayoría de los hombres del equipo.  "Como portero, creo que es realmente bueno porque te enfrentas a tiros rápidos, duros y la velocidad del juego es realmente rápida", explicó a la agencia de noticias AFP. Aún así en su debut en pretemporada dejó su portería a cero y convenció al entrenador. Pero llegaron los problemas. Labbé no podía ser inscrita en la Liga.

Las autoridades de la liga le prohibieron su participación, sobre la base de que la USL era una "liga específica de género". En 2004, el organismo rector del fútbol, la FIFA, declaró que "debe haber una separación clara entre el fútbol masculino y el femenino". Por mucho que la meta y su equipo lucharon para que pudiera participar y ser la primera mujer en jugar con un equipo masculino oficialmente, no hubo manera. La canadiense tuvo que volver a jugar con chicas, como había hecho desde que tenía 15 años. Una segregación por género que es lo habitual en práctimente todos los deportes. Labbé ahora triunfa en el primer Mundial en el que es titular y, de momento, mantiene su portería a cero tras los dos primeros partidos. La meta ha disputado 61 encuentros con la Selección y ha dejado su puerta a cero en 31. "Fue difícil asumir que no puedes jugar por algo que está completamente fuera de tu control. No es algo en lo que pueda trabajar al llegar a casa o cambiar. Mi género es mi género", dijo la guardameta.

No es la primera que lo intenta

Ha habido más mujeres que han intentado competir con hombres. Y no han podido. No por su físico, técnica o habilidades en el deporte, sino por la normativa. En 2004 Maribel Domínguez intentó fichar por el Celaya, pero FIFA se lo prohibió, a pesar de que la Federación Mexicana le había dado el visto bueno. "Esto es así para las ligas de fútbol y en los partidos internacionales por la existencia de competiciones específicas de género, y las reglas de juego y las reglas de la FIFA no contemplan ninguna excepción", explicó FIFA. Marta, la estrella brasileña, también explicó que ella podía competir con hombres. "He jugado muchas veces con hombres y algunos de ellos eran bastante más fuertes y más altos que yo. Sé que pueden intimidarme físicamente en el campo, pero eso lo compensaría con mi cerebro", sentenció.