Deja el Espanyol el Bon Pastor de Cornellà-El Prat: Sergio García
"Es el club de mi vida", afirma el delantero, que acababa contrato y ha declinado una oferta como técnico del club porque quiere seguir jugando. Se va un ídolo del Espanyol.
Fue capitán, lució el brazalete con el 21 y anotó goles, hasta 50 en 231 partidos oficiales. Pero, sobre todo, Sergio García se ha convertido en uno de los ídolos sin discusión del Espanyol. En el Bon Pastor del RCDE Stadium, del que se erige como máximo anotador, y que ya no le volverá a ver con la camiseta blanquiazul. Este sábado por la tarde se anunciaba la desvinculación del atacante del que él mismo califica como "el club de mi vida".
Acababa el contrato de Sergio García este próximo 30 de junio, después de que no cumpliera los requisitos que le llevaban a la renovación automática (disputar un mínimo de 25 partidos oficiales o el equivalente en la suma de minutos), y durante semanas se había mantenido en vilo la decisión sobre su futuro. Finalmente, y tras la llegada al banquillo de David Gallego, la dirección deportiva le había ofrecido no continuar jugando pero sí un cargo en la estructura técnica del Espanyol. Una oferta que el jugador catalán, campeón de Europa con la Selección española, ha declinado porque quiere seguir en activo. El Valladolid de Sergio González y clubes del extranjero, concretamente de Japón, le acechan.
Sergio llegó al Espanyol en 2010 procedente del Betis, y se quedó en el club perico durante cinco años ininterrumpidos, hasta 2015, cuando tras decir 'no' a propuestas mareantes surgidas en enero (popularizó la frase "el capitán nunca abandona el barco"), recibió una "irrechazable oferta" del Al-Rayyan de Qatar, donde cursó los dos años siguientes. Intentó regresar en enero de 2017 y finalmente lo hizo en junio de ese año, para liderar desde el vestuario a un Espanyol que recientemente regresó a competiciones europeas tras 12 años sin disputarlas. Misión cumplida del capitán.
En su marcha, Sergio García ha remitido una carta abierta al Espanyol y a sus seguidores:
"Pensé que este día no llegaría nunca. Nuestros caminos se separan después de siete maravillosos años vestido de blanquiazul. Ha sido un orgullo para mí poder jugar en este maravilloso equipo defendiendo este escudo del que tan orgulloso me siento. Mi dedicación, mi sentimiento, mi amor por estos colores, hacer que la gente haya disfrutado conmigo todos estos años, me llena de felicidad. ¡Haber llegado a los corazones de la gente es increíble!
Quiero agradecer a todos mis compañeros, trabajadores del día a día en el vestuario, a todos los empleados de este gran club y sobre todo a los aficionados, el sincero cariño que siempre me habéis demostrado. ¡Esas cosas pasan contadas veces en la vida! He tenido la suerte de sentirme como en casa y eso es algo difícil de conseguir. Siempre tendré el corazón perico vaya donde vaya y el anhelo es volver en un futuro a mi casa, a mi Espanyol, para seguir trabajando en el club de mi vida.
Desde el club se me proponía quedarme en la estructura deportiva, pero quiero seguir jugando unos años más. Le tomo la palabra al club y espero volver a mi casa, a mi amado Espanyol, en un futuro para inculcar españolismo desde la humildad, el trabajo y el compromiso.
He podido lucir con orgullo el brazalete de capitán con el 21 de Dani Jarque, marcar goles y celebrarlos con la afición, sufrir en los momentos complicados y disfrutar de los éxitos.
¡Nos vemos pronto!".