La campeona infunde miedo con una goleada para la historia

Jill Ellis salió con su once de lujo en Reims con la ausencia de Sauerbrunn por precaución. La seleccionadora estadounidense no quería despistes ante la débil Tailandia, que se llevó nueve la última vez que se enfrentó a las americanas. Las asiáticas no querían terminar con una goleada y desde el primer minuto se parapetaron atrás y dejaron el balón y el dominio a las de Ellis. La selección estadounidense se fue a por el partido desde el primer minuto. Quería agradar y dejar claro que ha venido a revalidar el título, y lo hizo a base de goles. Morgan marcó en el minuto cinco, anulado por fuera de juego. En el doce, un centro de O’Hara lo mandó al fondo de la red la propia Morgan para abrir el marcador. Tailandia, muy cerrada y achicando agua, apenas tenía opciones de salir de su área y, en el 20’, Lavelle hizo el segundo desde fuera del área. A pesar del resultado, Tailandia no cambió su estrategia, tapadas y juntas esperaban las embestidas estadounidenses. Ertz pidió un penalti, que lo parecía, y en el 24’ Thongsombut tuvo el primer acercamiento asiático en un tiro blando que blocó sin problemas la meta. Pero Estados Unidos quería más y, de estrategia, Horan puso el tercero. Tailandia era una muralla, con casi todas sus jugadoras rechazando los continuos tiros de las americanas. La tuvo Morgan, Lavelle, Rapione, Heath... pero la defensa iba sacando los tiros como buenamente podía. Y así se llegó al descanso.

Tras la reanudación las vigente campeonas salieron a hacer daño. Y lo hicieron. En seis minutos marcaron cuatro goles más para delirio del público. Las estadounidenses se gustaban, con regates imposibles y pases impensables. Así cayeron los tantos. Mewis, desde fuera del área tras tocar en una defensora, hizo el cuarto, Morgan firmó su doblete con un remate en el área pequeña y Mewis repitió en el sexto tras otro balón que cazó en el área chica. La medio estaba. Enchufada y dio el séptimo a Lavelle tras una buena jugada en el lateral del área para que la centrocampista firmase también su doblete. La sangría paró un poco, pero por falta de acierto, no de ganas. Porque Estados Unidos quería batir todos los récords y firmar la goleada del Mundial. Morgan, que ha llegado con muchas ganas a la cita, hizo el hat-trick tras un gran regate en el área y un tiro imparable. Rapione se unió a la fiesta con el noveno tras una salida muy rápida. El partido llegaba a su fin, pero Estados Unidos no se relajaba, quería más. Morgan hizo su póker con otro espectacular tiro para poner el décimo. Pero la ambición de las americanas parecía no tener fin y, con el récord de goles en un sólo partido a un gol, fueron a por más. Pugh igualó el histórico 11-0 de Alemania a Argentina en 2007. Pero había más. Morgan, quien sino, firmó su manita con el duodécimo y, en el descuento, la mítica Carli Lloyd se unió a la fiesta. Estados Unidos ha venido a hacer historia y conquistar una nueva Copa del Mundo. Y dejó claro que viene a por todas. Motivación y ambición no le faltan...

Estados Unidos tenía en mente un récord, el de mayor goleada en un Mundial. Las americanas sabían que el listón estaba en ese 11-0 que le marcó Alemania a Argentina en 2007 y quería superarlo. Las americanas lo hicieron con un gran juego y diez goles en una segunda parte que sólo tuvo un color. Reims disfrutó a lo grande con el espectáculo de goles y una selección americana que nunca dejó de buscar más tantos. La ambición de las de Ellis quedó clara en cada celebración, como si fuera el gol del partido. 

Alemania era la dominadora de las goleadas. Las germanas tenían los dos mejores resultados de la historia, el 11-0 a Argentina en 2007 y el 10-0 conta Costa de Marfil en 2015. Curiosamente la tercera plaza de este particular ránking la ocupaba Suiza con un 10-1 a Ecuador en 2015. Noruega a Nigeria (8-0) en el 91 y Japón a Suecia (8-0) en el 99 eran las siguientes goleadas. Para encontrar a Estados Unidos había que ir al 7-0 que le endosó a Taiwan en 1991 o el 7-1 a Nigeria en el 1999. Ahora Estados Unidos lidera esta clasificación gracias a su escandalosa goleada a Tailandia. Un récord que parece complicado que se bata a corto plazo...