"El Málaga de Champions y el Superdepor pueden volver"
Víctor Sánchez del Amo se va a reencontrar con el Deportivo, el equipo donde triunfó como jugador al que salvó de un descenso.
¿Qué le decidió a venir al Málaga?
Creíamos tremendamente en el potencial de este proyecto. La plantilla del Málaga, para nosotros, en el análisis que hacemos, entendemos que es para ascender a Primera. Es un objetivo que nos motiva como cuerpo técnico y no tuvimos ninguna duda.
¿Vino como bombero o ya tenía en la cabeza un proyecto de futuro?
Los bomberos se dedican a apagar fuegos y los entrenadores nos dedicamos a trabajar plantillas de futbolistas para busca el alto rendimiento en las competiciones que jugamos. En el fútbol hay muchos tipos de incendios, por arriba y por abajo. El trabajo de entrenador es muy complejo y completo. Hay que hacer de todo. Me gusta más enfocarlo desde la perspectiva constructiva antes que desde la destructiva.
¿Qué Málaga se encontró?
Cuando hay un cambio de entrenador se reinicia la cabeza de todos los jugadores y la del entorno. Se generan unas expectativas nuevas en función de lo que se genera desde el primer día. Me encontré sobre todo un equipo muy receptivo y dispuesto al cambio. Ese fue uno de nuestros primeros mensajes. Queremos un equipo valiente y eso requiere de jugadores valientes. Entendemos que tienen una calidad profesional de máximo nivel. Pero para que eso se plasme en alto rendimiento se necesita ser valiente y atreverse a cambiar y a hacer cosas diferentes. Les estamos muy agradecidos porque, desde el primer día, se han subido a esa línea de trabajo. Estamos muy contentos de haber podido cambiar una dinámica muy negativa de pesimismo a otra positiva y optimista que nos ha generado una confianza muchísimo mayor del equipo a la que había cuando llegamos.
¿Cómo se hace eso?
Los entrenadores no tenemos más remedio que adaptarnos a las circunstancias que tiene nuestro empleo. El jugador tiene un componente personal y profesional que es indivisible. Ambos aspectos influyen tremendamente en el rendimiento. Hay que trabajar desde el plano táctico, físico, técnico y emocional para que los jugadores tengan ese contexto de confianza que les permite desarrollar su alto rendimiento. Eso genera cohesión y compromiso.
Desde que llegó no ha parado de repetir que el Málaga tiene la mejor plantilla de Segunda. ¿Qué tiene su equipo que no tengan los demás?
Cuando decimos que es la mejor es porque tenemos toda nuestra confianza en los jugadores. Sin desmerecer a otros equipos que tienen plantillas tremendamente buenas, confiamos en su potencial y margen de crecimiento para dar el mejor rendimiento de la categoría y alcanzar el objetivo que no puede ser otro que el del ascenso.
En su carrera ya ha tenido retos en situaciones complicadas como Deportivo y Betis. ¿Este es el más importante que ha tenido?
Yo siempre digo que el mejor día y reto de mi vida están por venir. Lo que está hecho te genera un aprendizaje y experiencia. Llevo desde 2010 trabajando de segundo entrenador y desde 2013 como primer entrenador con mi propio staff. Trabajé como asistente de Michel en el Getafe, que en aquel momento estaba peleando por no descender, pero que venía de una época anterior de éxito participando en competiciones europeas y también en el Sevilla en un proyecto de otras características o en Olympiacos, una experiencia extranjera. Tanto en el Deportivo como en el Betis entramos en situaciones muy complejas y tuvimos el éxito de conseguir que se evitara ese descenso y dar estabilidad a esos clubes para que pudieran crecer en el futuro. Ahora esta es una circunstancia diferente que nos encanta y nos motiva muchísimo, independientemente de que sea en Segunda División. El reto de competir con una de las mejores plantillas, para nosotros la mejor, es muy motivante. Nos gusta competir para ganar y ser los mejores.
¿Tiene la sensación de que el Málaga habría peleado por el ascenso directo hasta el final si hubiera llegado antes al banquillo?
Ese tipo de análisis se lo dejo a ustedes. A mí no me reporta nada. En la vida, uno de los principios que me aplico es el de aceptar las realidades y no dar vueltas a lo que no puede ser. No hay que tratar de corregir el pasado que ya no se puede. Hay que ver qué se puede aprender para mejorar el futuro.
El Málaga es ahora el rival al que nadie se quiere enfrentar en el playoff.
Eso va unido a las etiquetas de favoritos o no favoritos que forman parte más del mundo de los medios y del mundo más amateur de la percepción. Lo entiendo, respeto y consumo porque yo también soy aficionado. Pero de puertas hacia dentro sabemos que las etiquetas no nos van a dar rendimiento. Nos quedamos con el porqué de esas situaciones. Y el porqué es que eso nos genera más confianza a nosotros que se nos vea de puertas para fuera como un equipo en forma y temido. Eso quiere decir que estamos haciendo las cosas bien. La confianza es muy buena para desarrollar rendimiento. Pero no vamos a permitir que eso nos lleve a exceso de confianza que te lleve a la comodidad o a la complacencia porque entonces viene la bajada de rendimiento.
¿Cuándo se dio cuenta de que quería ser entrenador?
En mi época de jugador no me lo planteaba. Siempre me encantó el fútbol y como jugador traté de tener una carrera lo más profesional posible cuidándome mucho y viviendo mi profesión con profesionalidad porque, además, disfrutaba de ello. Me lo planteé cuando me retiré y desconecté porque en esa autoexigencia que he tenido siempre para tratar de crecer y mejorar y competir contra uno mismo, cuando decides retirarte, tienes una situación de cansancio metal muy grande. Después de decir ‘hasta aquí hemos llegado’ es muy importante, al menos para mí, el descansar. Tras unos meses de descanso empecé a pensar sobre mi futuro. Me lo replanteé y entendí que quería seguir ligado al mundo del deporte. Tenía claro que necesitaba formarme. No me centré en una formación exclusiva de entrenador. Soy una persona muy curiosa y me encanta aprender. Entrenador era una posibilidad. Hice el curso. Director deportivo también era otra opción. Hice un máster en la Universidad de gestión y sport management, una parte del mundo de los negocios en el deporte, la industria y cómo funciona con los medios de comunicación, el marketing y la publicidad. Tener conocimiento con una perspectiva amplia y completa de la industria del deporte. El destino me dio la primera oportunidad en los banquillos como asistente de Míchel.
¿De qué fuentes bebe el Víctor entrenador?
De todos los entrenadores que he tenido o de compañeros que te dejan huella o buscando referencias a través de otros deportes, libros, investigando y viendo documentales. El deporte es la mejor cultura para desarrollar sociedades.
Usted es muy de Irureta.
Soy de todos los entrenadores que he tenido. He estado siete temporadas en el Deportivo con Irureta, siete años que fueron tremendos. La época dorada del segundo SuperDepor, donde se consiguieron unas hazañas tremendas, en España y en Europa.
N'Diaye ya se marchó ayer para incorporarse a la selección de Senegal. ¿Cómo está la situación de Munir?
Todavía no se ha decidido nada de manera definitiva. Estamos trabajando en ello. Si hubiera una información definitiva, la daría. Pero no la hay, estamos trabajando y compitiendo también ahí.
¿Cómo ha gestionado la explosión de Ontiveros usted, que ha sido extremo y de los buenos?
A nosotros, como cuerpo técnico, una de las cosas que más nos gusta, si no la que más, es ayudar a nuestros jugadores a desarrollarse, crecer, mejorar y que su rendimiento sea estable y no picos con altibajos. Si miran para atrás en nuestra carrera como cuerpo técnico, no sólo hemos tenido circunstancias como Ontiveros en jugadores que sean extremos. Nos ha pasado con jugadores como Luis Alberto o Lucas Pérez en el Deportivo, que eran delanteros, con centrocampistas que crecieron muchísimo y se hablaba de la Selección como Pedro Mosquera. O Sidnei, que lo quería el Barça. En el Betis el caso de Dani Ceballos es el más sonado. Pegó una explosión muy grande y le permitió llegar hasta el Real Madrid. No creo que tenga que ver con el puesto, sino que nos encanta ver crecer a los jugadores. Es lo primero que les decimos cuando llegamos. Ontiveros se está llevando muchos focos. Menos mal que él también está entendiendo y agradeciendo públicamente que todo ese foco que se está llevando personalmente es gracias al equipo. No se puede concebir un éxito individual en el terreno de juego si no es con un trabajo colectivo que permita que esas individualidades tengan la oportunidad de hacerlas lucir. Trabajamos en ello. Nosotros no hemos descubierto a Ontiveros. Lleva años demostrando su potencial, pero le faltaba consistencia.
Parece que no tiene techo…
Es muy bueno que no veamos el techo a las personas ni a los futbolistas ni a nadie. Nos gusta tener conciencia de que el techo lo podemos empujar cada vez más alto y eso se lo transmitimos a los jugadores.
Arsenio le hizo debutar en el Real Madrid, pero el que le asentó en el primer equipo fue Capello.
Recuerdo el debut con Arsenio contra el Zaragoza en la última jornada. Era un momento muy complicado en el primer equipo porque no se habían conseguido los objetivos y el ambiente no era el idóneo. Nos dios la oportunidad para los chicos del filial de poder debutar. Éramos ajenos a esas circunstancias negativas del primer equipo y para nosotros fue una ilusión tremenda. Luego vino Capello y se dejó guiar por Vicente del Bosque, que coordinaba la cantera, y le dio los nombres de jugadores que estábamos en disposición de entrar en el primer equipo, Capello nos estuvo viendo en el filial y me dio la oportunidad. Le estoy tremendamente agradecido porque fue el entrenador que realmente apostó por mí y me dio la oportunidad para que pudiera hacer carrera como profesional en el Real Madrid.
En A Coruña tienen miedo a Víctor…
Es bueno que el Málaga, no el entrenador, infunda respeto a sus rivales. Eso significa que estamos haciendo las cosas bien. Pero no vamos a plantear ningún partido pensando que eso nos da ventaja. Nos da confianza. Desde que llegamos aquí hemos propuesto muchos cambios y le hemos propuesto a los jugadores ser valientes. Cada semana nos están demostrando que el equipo va a más, que sigue creciendo y que se están haciendo las cosas muy bien. Es la línea a seguir.
El Deportivo será un rival duro.
Todos los rivales son muy complicados y para ascender hay que ganar a todos. Estamos convencidos de que tenemos la capacidad para superarle y vamos a prepararnos para tratar de ser protagonistas en el partido, que seamos nosotros los que consigamos que pase lo que queremos y protegernos de que el rival no saque sus virtudes. Trabajaremos estos días para encontrar sus puntos débiles, aprovecharlos y evitar que saquen a relucir sus fortalezas.
Ahora se juega a todo o nada en 180 minutos. ¿Vamos a ver ante el Depor a un Málaga igual de valiente que hasta ahora?
Vamos a afrontar el playoff de la misma manera que todos los partidos anteriores, siendo valientes, no vamos a cambiar eso. Sin ninguna duda.
¿Era tan relevante ser terceros?
Hay una ventaja del reglamento que en caso de empate te permite pasar, eso es una ventaja muy importante. Y jugar el partido de vuelta en tu campo, si nos das a elegir, no hay ningún entrenador que lo pediría al revés.
¿Jugar la vuelta en La Rosaleda con 30.000 malaguistas empujando supone jugar con un gol de ventaja?
Tener el estadio lleno, que lo vamos a tener, y tener a nuestra afición, los que estén en el estadio y los que estén fuera, con una confianza ciega en el equipo, suma muchísimo. Físicamente no se puede contabilizar, pero emocionalmente sí. Y emocionalmente puede suponer hasta más de un gol. Para mí eso es importantísimo, que la afición esté con el equipo, que crea en su equipo. Ese es uno de los principales cambios que se han dado. De un ambiente muy pesimista que había, ahora es todo lo contrario. Ahora hay un ambiente muy optimista, positivo, de creer en los jugadores, que han demostrado a la afición que están yendo de verdad a por el objetivo.
Si hay ascenso, Víctor sigue; si no hay ascenso…
En caso de ascenso, está estipulado, pero en el fútbol los contratos están firmados y se rompen. Estamos encantadísimos y nuestra primera idea será seguir aquí muchísimo tiempo, pero garantizar que un contrato firmado se vaya a cumplir… Nosotros estamos muy contentos y si cuando acabe la temporada, las dos partes estamos igual de contentas, aunque no existieran las cláusulas, no habría problema. ¿Y si no se sube? En nuestra cabeza no hay otra idea que la de ascender. No nos paramos a pensar en otras suposiciones ni hipótesis, no vamos a pensar en otra cosa.
¿Se ve muchos años en Málaga?
Es muy complicado mirar tan lejos en el trabajo del entrenador. Le digo lo mismo que digo en cualquier proyecto al que llego, me encantaría estar aquí toda mi vida, hemos encontrado un entorno de trabajo tremendo, de calidad profesional y humana. Y en la ciudad estamos encantados. Ojalá podamos estar aquí mucho tiempo. La industria del fútbol y el puesto de entrenador ya sabemos lo volátil que es.
¿Ve potencial para construir un gran proyecto?
Por supuesto. Málaga es un club histórico que ya ha demostrado en su historia de lo que es capaz. Fíjese el potencial que tiene que ha estado compitiendo en Champions al máximo nivel. Ese potencial está ahí, pero todos esos proyectos requieren de trabajo, de tiempo, de buenas inversiones…
¿Ese Málaga de Champions puede volver algún día?
Claro que puede volver. Igual que puede volver el Superdepor. El Getafe ahora mismo es el ejemplo de esos equipos que pegan un salto en su organización y planificación y se ve reflejado a nivel deportivo y se meten en competiciones europeas. El Getafe es un club mucho más humilde, con una historia mucho más corta que Deportivo o Málaga, pero está ahí para el alcance de todos. Hemos visto a un Alavés que ha estado cerca de rememorar a aquel Alavés que llegó a jugar una final europea. El deporte permite siempre acortar las diferencias económicas con muy buen trabajo. Todo es posible.
Toda la suerte del mundo en el playoff.
Muchas gracias.