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LIGA DE NACIONES | PORTUGAL - HOLANDA

Cristiano Ronaldo quiere más

Holanda, duro rival en la final de la Liga de Naciones. Koeman ha resucitado a un equipo holandés que no fue al Mundial ni a la Eurocopa.

Cristiano entrenando con Portugal.
REUTERS
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En esa pelea de gallos entre Cristiano y Messi por dominar su palmarés individual, el jugador de la Juventus puede meter tierra de por medio en el apartado de selecciones si hoy conquista la Liga de Naciones (sigue el partido en directo en As.com). Cristiano lleva 26 títulos a nivel de clubes y Messi 34; sin embargo, el portugués alzó la Euro de 2016, mientras que Messi no ganó nunca nada con su selección a nivel absoluto. Eso es lo que se realza de uno y se critica del otro.

Será un aliciente más para disfrutar de una final que mide dos librillos, dos generaciones. Holanda es un desafío romántico al fútbol actual. Koeman ha conseguido en un solo año construir un equipazo con los restos de una selección ausente en los últimos Mundial y Eurocopa.

Dos adolescentes imberbes han sido fundamentales en este crecimiento: De Ligt en la zaga y De Jong en la creación. Si a alguna selección ha venido bien esta Liga de Naciones, tanto en la fase de grupos como en la Final a Cuatro, ha sido a Holanda. En sólo unos meses ha derrotado a Alemania, Francia e Inglaterra, el otro día, en su camino hacia la final de hoy. Un subidón.

Sin Pepe. Portugal, por su parte, demostró en semifinales que con Fernando Santos no hay lugar para la improvisación. Su secreto es el orden táctico y defensivo, y la pegada de Cristiano arriba. Así ganó la última Eurocopa. No es brillante, pero sí efectivo. Hoy no tendrá el técnico a Pepe, uno de sus baluartes defensivos y fuera de concurso tras dañarse el omóplato frente a Suiza. Por otra parte, Joao Félix se mantendrá en la punta junto a Cristiano pese a su mal papel en semifinales. Se le espera.

El ganador será el primer campeón de la Liga de Naciones y además se embolsará 10,5 millones de euros. No cabrá un alfiler en O Dragao, como pretendían los portugueses al pedir ser los anfitriones. El partido pondrá el colofón a una idea revolucionaria de la UEFA que comenzó entre dudas y acaba con un Cristiano-Holanda.