Toda Granada se volcó con un ascenso inolvidable
Vadillo, ‘speaker’ a lo Pepe Reina. La afición se lanzó a la calle. John Jiang fue manteado por los jugadores. Emoción y fiesta para festejar el regreso a Primera.
El sexto aterrizaje del Granada a Primera División fue festejado a lo grande por todos los aficionados rojiblancos que lloraron y rieron de emoción. Diego Martínez, a sus 38 años, ha sido el entrenador del éxito. Siempre se negó a pronunciar la palabra “ascenso” hasta que no fuera una realidad matemática. Tampoco quiso, durante el partido contra el Mallorca, que le contaran lo que sucedía en el Albacete-Málaga. Al final explotó de felicidad. “Como no sabíamos que era imposible, lo hicieron”. Y explicó: “Es una frase de Woody Allen que resume lo que ha hecho este equipo. Las cosas no se dicen, se hacen porque haciéndolas se dicen solas”.
Tras consumarse el regreso entre los grandes, la plantilla lo celebró como es debido. Fue maravilloso viajar hasta Mallorca. Pero, sobre todo, desde Mallorca. Porque de manera paralela, entre 10.000 y 15.000 granadinos abrían boca en la emblemática Fuente de las Batallas. Jugadores jaleados. Gritos de “¡Somos de Primera!”. Pasión desbordada. Y sonando el emotivo y bonito ‘Himno del 80 aniversario’.
Lo mejor estaba por llegar. A las 20:00 horas, el autobús descapotable con los héroes del retorno a Primera, el 'Granadabús' salía de Los Cármenes hacia la querida fuente que volvió a ser testigo de un impresionante granadinismo que seguía con fervor el recorrido en una jornada para recordar.
Se ha enderezado el proyecto de John Jiang Lizhang, que en el verano de 2017 llegó a un acuerdo con el italiano Ginno Pozzo para comprar el Granada. Su renovador plan para conseguir un equipo grande y solvente no se descompuso con el descenso a Segunda. “Este es un proyecto a largo plazo para la ciudad”, enfatizó. Se le vio de verdad emocionado. Está de verdad identificado con Granada. Fue manteado al grito de “illa, illa illa, chino maravilla!”. Aplausos.
Álvaro Vadillo hizo de improvisado ‘speaker’ a lo Pepe Reina. Estuvo colosal. Diego Martínez se vino arriba y cantó el gol de Adrián Ramos en Albacete. “¡Que bote Granada!”. ¡Orgullosos de nuestros jugadores!”, cánticos. La afición mostró mucho cariño en especial con Fran Rico, que ha sufrido mucho con las lesiones. También se coreó el “Silva quédate” en referencia al portero portugués, el menos goleado de Segunda. Víctor Díaz y Alberto Martín se metieron de lleno en la fuente para llegar a su parte más alta y ondear con todo orgullo la bandera del Granada, donde permanecerá durante unos días.
El ‘Granadabús’, a eso de las 22:00 horas, ponía la proa a la Plaza del Carmen. Al Ayuntamiento para ser recibido por el alcalde, Francisco Cuenca. Recepción en el salón de plenos y salida al balcón donde, por supuesto, todos los gladiadores nazaríes eran atronadoramente ovacionados.
Otro de los talismanes ha sido Antonio Rodríguez Monterrubio. Un gestor escrupuloso con los números que se incorporó a la dirección general del club y que vive un ascenso diez años después. En 2008-09 subió a Primera con el Xerez. Mano de santo.
Y de nuevo "illa, illa, illa, chino maravilla' de una jugadores que dieron otro pasó en tono socarrón: "¡Paga la prima, chino paga la prima!". “Cuando descendimos, prometí a los granadinos que dos años volveríamos a Primera División” destacó John Jiang a través de su traductora china. Una vez que entré en Granada, no puedes salir. ¡Eterna lucha!" Ni que decir tiene que se metió a todos en el bolsillo.
El fin de fiesta fue en la carismática discoteca Mae West. Antes, el grito de regreso: “¡Barça. Madrid, Granada ya está aquí!”. El Granada es de Primera.
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