MUNDIAL FRANCIA | ESPAÑA-SUDÁFRICA
Janine Van Wyk, la pionera que capitaneará a Sudáfrica
Janine Van Wyk es la capitana de Sudáfrilca en el estreno de las Banyana Banyana en un Mundial. Fue la primera sudafricana en jugar en Estados Unidos, en el Houston Dash
Janine Van Wik siempre ha sido una pionera. La capitana de Sudáfrica es el gran referente del fútbol femenino en su país, después de luchar desde que apenas tenía seis años por el crecimiento de su deporte. Una heroína africana que llegó a Estados Unidos por méritos propios y mantiene el récord de partidos internacionales de Sudáfrilca por encima de cualquier hombre o mujer. Siempre luchó por sus derechos, más tras declararse abiertamente gay con sólo 16 años. Tras estudiar en un colegio Africaans sufrió el Apartheid en sus propias carnes. Hoy es la líder de una Sudáfrica unida en un equipo en el que es la única blanca.
Con seis años, Janine ya jugaba al fútbol. Hasta los 14 años, jugó solo con niños. Sin equipos Johannesburgo, tuvo que buscarse donde jugar en un medio más rural y logró entrar en un equipo. Sin embargo, al poco de la desapareción del Apartheid en un deporte de mayoría negra le costó ganarse el respeto de sus compañeros. "No me aceptaron hasta que probé que simplemente vine a jugar fútbol", reconoció. Pero el fútbol era su pasión, y luchó para ser una de las mejores del país. A los 18 años ya era internacional. Una carrera que continúa y le ha llevado a poder jugar dos Juegos Olímpicos y, ahora, estrenarse en un Mundial con las Banyana Banyana. El primer torneo planetario de su selección, y ella será una de las grandes referencias. No obstante, en 2017 Van Wyk hizo historia al convertirse en la primera sudafricana en fichar por un equipo de Estados Unidos, la mejor liga del mundo. Janine abrió las puertas del continente africano a norteamérica gracias a un amistoso que vio el entrenador de los Houston Dash. Su espectacular partido le llevaron a cruzar el charco cuando ya tenía cerca de 30 años. Su llegada ayuda a que otros ojeadores encuentren en África un nicho de jugadoras con mucha potencia. Ella descubre otro mundo.
En Estados Unidos siente el fútbol profesional. Y una nueva vida. El número de aficionados en los campos, la importancia del trabajo físico o la competitividad le llevó a crecer como futbolista y persona. Extremadamente involucrada con Sudáfrica, a Van Wyk no le importan las recompensas: solo el futuro. Lo muestra con un programa que ella misma fundó, que incluye una liga de nivel escolar y un equipo profesional, jugando en la Liga Sasol, la primera división femenina de Sudáfrica. Una forma de que las niñas del mañana puedan sentirse futbolistas. Ahora cumplirá uno de sus sueños junto a la que un día fue su ídolo, Desireé Ellis, selecionadora sudafricana. Con su pelo verde y sus ganas de luchar, Janine siempre será una pionera de su país.
Anécdota en la gasolinera
Janine Van Wyn no pudo evitar contar el pasado mes de marzo una de las anécdotas más curiosas que le han pasado. La capitana de Sudáfrica fue a repostar gasolina y, como había gastado un mínimo, el dependiente le dijo que había entrado en un sorteo para acompañar a las Banyana Banyana a Francia en el Mundial. Janine no pudo reprimirse y le dijo que ella ya iba a ir, pero con un pase VIP. La sudafricana no se enfadó porque no la reconocieran y, al contrario, se fotografió con ellos antes de contar la anécdota en su Twitter personal.