Gallego: "El nivel del entrenador se ve en cualquier categoría"
El próximo técnico del Espanyol atendió a AS hace apenas unos días, para reflexionar sobre el filial y el fútbol de cantera y de elite. Estas son sus inéditas declaraciones.
El pasado lunes 27 de mayo, justo antes de que el rumor de la marcha de Joan Francesc Ferrer 'Rubi' al Betis empezara a coger forma de noticia contrastada, este diario entrevistó a David Gallego con la intención de repasar la excelente temporada del filial y hablar de fútbol. Algunas de sus reflexiones, hasta ahora inéditas, pueden variar porque ha cambiado el contexto y Gallego se convertirá en el responsable del primer equipo tan pronto como se oficialice la marcha de Rubi, pero la matriz de su pensamiento es la misma, y poco a poco irá impregnando el día a día del Espanyol.
El técnico tiene claro en primer lugar que "el nivel del entrenador se ve en cualquier categoría. El buen entrenador es el que es capaz de hacer crecer a los futbolistas y sacarles rendimiento". Y el mismo argumento sirve para hablar de los jugadores que vienen por debajo. Gallego habla así sobre la confianza y validez de la cantera: "La Segunda B es una categoría difícil, porque los canteranos vienen de una cultura de fútbol base donde siempre son ganadores. Y aquí no lo son. Estoy convencido de que el jugador que compite y demuestra tener un nivel, cuando llega al primer equipo no fallará. Un buen jugador en un filial es un buen jugador en Primera. Hemos visto los casos de Aarón, Roca, Pipa, Puado, Navarro, Pedrosa… Hay mucho talento", manifiesta.
Gallego, que ha logrado que el Espanyol B se quedase a solo un gol de disputar la promoción de ascenso a Segunda A, sigue hablando de la cantera y la buena imagen que se tiene de ella en el exterior. "Los jugadores tienen las aptitudes, pero eso no lo es todo. Posiblemente, seamos la mejor de España, y me baso en ello porque ser un club de cantera es que jueguen en el primer equipo y se pueda beneficiar. Discrepo de las canteras cuyos jugadores no suben al primer equipo. Aquí te encuentras con ese otro fútbol, pero los jugadores son esponjas y receptivos", comenta, remarcando el paso gigantesco que hay entre ser un buen jugador en juveniles y convertirse en un futbolista profesional.
El entrenador las ha vivido de todos los colores durante sus tres temporadas al frente del Espanyol B: descenso a Tercera, el ascenso a Segunda B solo un año después y una temporada en quinta posición en la división de bronce. Cree que eso le ha hecho mejor entrenador. "No es cuestión de crecer, sino de ir haciéndote. Cada día te pasan cosas y te vas moldeando. Analizo, y veo que hay cosas nuevas y cosas habituales. No puedo describir exactamente en qué he mejorado", dice.
Manifestaba Gallego en esta charla de hace nueve días que no había tocado techo en el filial y que no le importaba la exigencia la próxima temporada al intentar superar esa quinta posición. Y que su relación con Rubi había sido muy fácil: "Somos muy amigos. El destino quiso que estuviéramos juntos. Todo fue sencillo, no teníamos filtros y fue directo. En una llamada lo solucionábamos. Ha disfrutado mucho viendo al equipo".
El techo de Gallego está más arriba y la exigencia a la que no tenía miedo será la de compaginar tres competiciones. Gallego dará el salto de forma definitiva.