Osasuna se proclama campeón ante el Córdoba más triste
Los blanquiverdes maquillaron el marcador, pero volvieron a mostrarse sin ganas ni actitud ante un rival que no apretó para no hacer sangre.
Partido de contrastes en el Arcángel. La felicidad y la tristeza nunca estuvieron más enfrentadas en un mismo partido. Osasuna ya es campeón, demostrando ser, de largo, el mejor equipo de la categoría; frente a un Córdoba que se despidió de su afición este año con una nueva derrota. Los blanquiverdes, para no faltar a su tradición este año, volvieron a encajar tres goles y a dar una imagen de desidia absoluta, lo que se tradujo en un nuevo partido en que salieron con la cara pintada, por más que el marcador final quedara algo maquillado por los dos goles finales de Alfaro y Piovaccari.
Apenas hubo tensión, ni en la grada (2.000 espectadores como mucho) ni en el terreno de juego. Osasuna, sin esforzarse mucho ya ganaba por 0-2 a los 13 minutos, con goles de Xisco y Brandon de penalti. Enfrente un Córdoba sin alma, que solo apareció con una falta muy bien lanzada por Javi Lara.
Tras el descanso, más de lo mismo. Los de Rafa Navarro siguieron a lo suyo: tocar el balón sin ningún peligro ni intención hasta que cayó el tercero de Osasuna obra de Luis Perea. A partir de ahí, quizá por la poca vergüenza torera que pudiera quedarles, los blanquiverdes parecieron empujar algo más. Alfaro marcó a la salida de un córner y poco después Piovaccari remataba un buen pase en profundidad de Andrés Martín. Partido sin más historia, que se jugó casi sin ambiente y que permitió a club rojillo celebrar en la feria de Córdoba su campeonato a lo grande. El Córdoba lleva tiempo en Segunda B y ya solo tiene el consuelo de pensar que el retorno es el único objetivo para el año que viene. Si hay un buen proyecto, se intentará. La afición cordobesa lo merece después de lo visto esta campaña.