Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

VALENCIA

Un Valencia campeón y vintage

Los capitanes Parejo y Jaume honraron la historia del Valencia durante las celebraciones de la Copa del Rey, emulando a mitos como David Albelda y el portero Quique.

Jaume se subió al larguero en el Villamarín como Quique, en Chamartín.
DIARIOAS

Jaume se subió al larguero y Parejo se asomó por la escotilla. Esos fueron dos momentos vintages de la celebración del Valencia. Honor al Centenario con el título y tributo a dos imágenes icónicas del valencianismo: la de Quique subido en el larguero de Chamartín en la final de 1954 y la de Albelda asomándose por la escotilla tras conseguir la Copa de la UEFA de 2004.

Jaume cumplió con la promesa que les dio a varios jubilados de Almenara. En los días previos a la final de Sevilla, al guardameta le paraban por la calle para solicitarse que repitiese el gesto de Quique cuando el Valencia ganó la Copa de 1954, que también fue contra el Barcelona. El mítico portero se subió al larguero de Chamartín y esa imagen es una de las más repetidas en cuantos relatos sobre la historia del Valencia se han escrito.

Albelda y Parejo.
Ampliar
Albelda y Parejo.Air Nostrum / EFE

Parejo, que en la final lució un brazalete especial del Centenario, tenía también guardada una celebración especial. En su caso, Parejo quería rendir homenaje a Albelda, que fuera su capitán en sus primeros años en el Valencia. El de Coslada, nada más pisar tierra el avión que trasladó al equipo desde Jerez y cuando recorría las pistas de Manises, se asomó por una escotilla ubicada en la cabina del piloto. Lo hizo mostrando una bufanda del Valencia a las cámaras que esperaban la llegada del equipo.

Soler, con una peluca naranja en el Villamarín.
Ampliar
Soler, con una peluca naranja en el Villamarín.Alberto Iranzo.

Carlos Soler también tuvo su momento para el recuerdo. El canterano apareció en el césped del Benito Villamarín y también durante las celebraciones por la ciudad de Valencia con una 'peluca naranja', símbolo de la Liga que ganó el Valencia en 2004 y con la que se honraba la memoria de Jaume Ortí, uno de los presidentes más queridos de la historia del club.