"Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí"
Dani Parejo, como hiciera David Albelda en 2004 cuando el Valencia ganó la Liga, se asomó por la escotilla del avión al aterrizar. Miles de personas salen a la calle.
Toda Valencia fue una fiesta. Faltan adjetivos para definir las emociones que inundaron sus calles durante la 'rúa' en autobús descapotable y que encontraron en Mestalla su éxtasis. Miles de personas se pasaron la tarde del domingo festejando el título de Campeón de Copa del Rey. “Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí”. Ese era el grito de guerra, esa fue la realidad. El Valencia conquistó en Sevilla su octava Copa, 11 años después de la última y 15 desde la última celebración, porque la del 2008 no se festejó porque no estaba el club para ello. Pero esta vez sí, este año, sí. Y de qué manera.
Ninguno de los futbolistas de Marcelino olvidará las horas vividas desde que Dani Parejo levantó el trofeo en el Benito Villamarín, un título que puso el colofón e hizo honor al Centenario del Valencia, un Siglo de vida en el que ha conquistado 21 títulos (6 Ligas, 8 Copas, 1 Supercopa de España, 1 Recopa, 1 Uefa, 2 Copas de Feria y 2 Supercopas de Europa). Marcelino y sus pupilos se hicieron eternos en Sevilla, destino de culto del valencianismo. Allí ganó la Copa de 1999, tras 19 años de sequía; allí sentenció su sexta Liga (2004) y allí regresó al olimpo de los campeones.
La Copa pisó Valencia en manos de sus dos capitanes, Parejo, que emuló el gesto de Albelda de 2004 asomándose por la escotilla del avión con bufanda al viento, y Rodrigo, autor de 5 goles en la Copa, entre ellos el segundo al Barcelona y los tres al Getafe en cuartos de final, una remontada que cambio el sino de la temporada blanquinegra. Ellos, además de Gayà, Jaume, Kondogbia y Marcelino fueron los encargados de mostrar el trofeo en la fiesta de Mestalla. La Copa le permite al Valencia tocar metal al menos una vez por década desde que lograra en 1941 su primer título de Campeón de España.
“Nosotros ganamos en el campo, vosotros en la grada; por todo ello gracias a mis compañeros y cuerpo técnico y gracias a todos vosotros” dijo Parejo, cuyo nombre corearon los 47.624 aficionados presentes en el estadio hasta emocionarle. Parejo es ya eterno para el valencianismo, un futbolista tras ocho años en el club “logré levantar un título que espero no sea el último”. Parejo fue la voz de la plantilla, aunque Gabriel Paulista fue el alma de la fiesta. El brasileño, cuya infancia no fue precisamente de cuento, cogió la Copa en el aeropuerto y no la soltó hasta casi llegar a Mestalla.
Marcelino,como no, fue otro de los nombres propios de la jornada. El asturiano entra en el selecto grupo de técnicos que han hecho al Valencia campeón de algo. “Que la unión entre jugadores y aficionados que conlleva esta Copa que no se deshaga” comentó un Marcelino que apostilló: “Con vuestro corazón y el nuestro haremos un Valencia campeón”. Marcelino cogió un Valencia que había sido 12º en Liga dos años seguidos y desde su llegada hace dos temporadas el equipo se ha clasificado de forma consecutiva a la Champions, ha alcanzado una semifinal de Copa y otra de Europa League y, obviamente, ha ganado el título de Copa. Lógico que sus jugadores le mantearan y Mestalla le idolatre.