El búnker de Marcelino en Montecastillo
El técnico ha querido aislarse de periodistas y curiosos durante este día y medio y el acceso al hotel de concentración del equipo es misión imposible. Hubo control antidopaje.
Marcelino conocía bien las instalaciones de Montecastillo en Jerez de la Frontera y sabía lo que quería para su grupo en esta concentración previa a la final de la Copa del Rey: privacidad y alejarse de todo lo que pudiera distraer a un grupo que no está acostumbrado a jugar finales.
Hoy habrá rueda de prensa de previa a la final, a las 18:00 horas. Hablarán Parejo, Jaume y el propio Marcelino y el hotel de concentración se llenará de periodistas. Pero desde ayer a las 14:30 horas hasta el momento en que dé comienzo la rueda de prensa, nadie ajeno al club, excepto los propios cientes del hotel puede pisar el hotel.
Una barrera con un guardia de seguridad, a un kilómetro de la puerta del hotel, deniega el paso a todo periodista que ose acercarse a los futbolistas. Mucho menos a los campos de entrenamiento donde ayer se ejercitó el Valencia. Incluso unos aficionados que encontraron una rendija para ver desde lejos a sus ídolos, mientras Marcelino completaba la sesión táctica, fueron desalojados.
Control antidoping antes del entrenamiento
Quienes sí pudieron acceder al hotel Montecastillo fueron los miembros de la AEPSAD (Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte) quienes realizaron un control antidopaje a seis futbolistas de la plantilla que decidieron por sotrteo. Los controles fueron de sangre y de orina. Según el club, es una práctica habitual en Paterna y también de la RFEF antes de las finales de las competiciones que ellos organizan.