1x1 Barcelona: La obsesión de Messi por la Bota de Oro evitó una derrota en Ipurúa
El crack blaugrana no estaba dispuesto a irse de Eibar sin rematar la faena y logró un doblete que le deja muy encarada la posibilidad de ganar su sexta Bota de Oro.
Cillessen: Luces y sombras del meta holandés, que tuvo cuatro intervenciones de mérito, tres a remate de Charles y una a disparo de Sergi Enrich, pero que no estuvo especialmente acertado en los dos goles del Eibar. En el de Cucurella pudo hacer algo más, ya que tocó el balón pero no pudo impedir que acabara en el fondo de la red. Más culpa tuvo en el tanto de Di Blasi: primero erró a la hora de despejar el balón de cabeza y luego retrocedió demasiado lento a la portería. En cualquier caso, en la balanza acabó pesando más las buenas paradas que los errores.
Semedo: Estaba realizando un partido discreto, ya que Cucurella le estaba comiendo la tostada. Y la cosa fue a peor cuando recibió un golpe de cabeza que ya le obligó a no salir en la segunda parte y dirigirse a un centro hospitalario para que le hicieran una exploración exhaustiva. En los 45 minutos que estuvo en el campo, aportó más bien poco.
Piqué: Tuvo algún error importante de concentración, dejándose robar la cartera en una jugada entre Cucurella y Charles, que afortunadamente resolvió con acierto Cillessen. Tampoco estuvo muy preciso en la anticipación, cometiendo más de un error de bulto. En el juego aéreo estuvo más acertado y en la salida de balón cometió pocos fallos, aunque en una combinación con Rakitic estuvo a punto de liarla parda. El central está dando claros síntomas que el ‘síndrome Anfield’ no ha sido aún superado.
Lenglet: Muy irregular en todas las facetas del juego. Blando en defensa, lento en la anticipación e inseguro en la salida de balón. Está claro que el central francés ha llegado a este final de temporada con síntomas claros de desgaste físico y mental. Por suerte ya sólo le queda un partido para poner punto y final a la temporada.
Alba: Buen encuentro en líneas generales del lateral izquierdo. Incisivo en su banda, intentó buscar soluciones en ataque combinando con Malcom, pero el brasileño está en otra onda. El canterano cumplió con el guión, aunque se le vio discrepar con el ex jugador del Girondins en más de una ocasión.
Sergio Busquets: No está bien. Ha llegado a este tramo final de temporada totalmente exhausto, Necesita hacer un ‘reset’ urgente porque es evidente que las baterías están con el piloto en rojo. Perdió muchos balones incomprensibles en el mediocampo y nunca dio sensación de dominar el partido. Al menos hay que reconocerle que nunca se escondió y siguió pidiendo el balón. Valverde lo cambió en el minuto 64, consciente que las fuerzas están al límite.
Sergi Roberto: Buen partido del canterano, que jugó en esta ocasión como interior derecho. En los primeros minutos recuperó un balón que estuvo muy cerca de convertirse en el primer gol de Messi. Muy dinámico y activo, sobre todo en la primera parte.
Rakitic: Muy plano en todos los sentidos. El croata cumplió y poco más. Pocos alardes ofensivos y en defensa con muchos errores no forzados. Otro que está empezando a dar evidentes síntomas de cansancio general. Tampoco debe ayudar saber que tu club está buscándote una salida este verano para hacer caja de cara a los fichajes que quiere acometer.
Arturo Vidal: El chileno es como la prueba del algodón: nunca engaña. Se le podrá señalar por muchas cosas, pero su capacidad de lucha, garra, empuje y sacrificio son innegociables. Cumplió con el guión, pero además estuvo especialmente atinado en el juego combinativo. Está claro que se ha ganado un puesto en el once titular de la final.
Messi: El único que se estaba jugando algo en el campo y se notaba. Marcó dos goles de bella factura y resolución gracias a su talento y eficacia, que le vuelven a situar en una clara ventaja de goles para ganar la Bota de Oro. La cara con la que miró a Malcom en una acción que si el brasileño le hubiera cedido el balón se quedaba Leo solo ante el portero fue de las que dan miedo. El brasileño no dormirá esta noche tranquilo. Messi sigue sin reír, pero al menos marca goles y eso es la mejor noticia de cara a la final de Copa ante el Valencia.
Malcom: Jugó en la banda izquierda. No se puede decir que hiciera un mal partido, pero tampoco aportó un ‘plus’ en el campo. Muy previsible su juego, cayendo además de forma sistemática en el fuera de juego. Hay que reconocer que nunca le perdió la cara al partido. Eso sí, el gesto que le dedicó Messi al no pasarle el balón cuando estaba solo dentro del área la retendrá en su retina por mucho tiempo.
CAMBIOS:
Wagué: El joven lateral derecho entró como un rayo, dando electricidad y pulsión en la banda derecha. Sigue acumulando méritos para tener más continuidad en el primer equipo.
Aleñá: Tuvo más de veinte minutos para poner talento y fuerza en el mediocampo. Lo consiguió en parte.
Pérez: Debut con momentos de ebullición, con un intento de remate incluido.