Messi vuelve a sonreír
El argentino marca dos goles en un partido de ensayo e intrascendente que le sirve al Barça para cerrar un campeonato cierra con el Madrid 19 puntos por detrás.
Cerró LaLiga el Barcelona empatando en Ipurua en un partido intrascendente ante el Eibar (2-2) en un partido que sirvió para que Valverde ensayara de cara a la final de Copa ante el Valencia, que Messi marcara dos goles, volviera a sonreír y rubricar su sexto Pichichi, sentar las bases de la Bota de Oro y que el Barça cerrara un campeonato que los catalanes han ganado dejando al Madrid a 19 puntos una cifra histórica.
El partido, tal y como se esperaba, se lo tomó el Barcelona como un ensayo general de cara a la final de Copa de la próxima semana y el Eibar como un festival fin de curso que se hace con la satisfacción de los deberes cumplidos.
El Barcelona jugó anclado a Arturo Vidal, que a pesar del desencanto para ciertos puristas del estilo está acabando la temporada como el mejor futbolista del Barcelona. Que eso sea bueno o malo es un debate filosófico. Los hechos son los que son.
Siempre por detrás de Messi, que debe ser el único futbolista capaz de jugar un partido de entreguerras medio de descanso, medio de preparación al trote y marcar dos goles en dos arrancadas en la primera parte.
El Barcelona, más allá de la participación de Vidal y Leo situó a Malcom, que es algo así como la intrascendencia hecha futbolista como extremo por la izquierda y a Sergi Roberto como falso extremo derecho.
Bajo este planteamiento completó el Barcelona los primeros compases del primer tiempo, pero como el fútbol del Eibar ni entiende de momentos anímicos y siempre es lo mismo. Carga, descarga, recuperación apertura y remate. Un martillo pilón que le ha permitido al equipo de Mendilibar volver a completar un curso ejemplar en Primera y un libro de estilo que permitió a Cucurella marcar su primer gol en Primera ante su equipo de toda la vida. Es lo que tiene no ser un miserable y aplicar la “cláusula del miedo”. Cucurella fue al Eibar a crecer y vaya si ha crecido.
Pero el Barça, sin hacer nada del otro jueves se sobrepuso al tanto de su futbolista cedido y aprovechó dos arrancadas de genio de Messi para voltar el partido en un minuto. Primero con una asistencia deliciosa de Vidal con recado a los que le juzgan sólo por la cresta y luego a pase de Rakitic.
En la segunda parte, Valverde empezó a dar opciones a los canteranos. Wague entró en el campo por Semedo al inicio de la segunda parte, mientras que el Eibar salía dispuesto a rentabilizar el tranto del empate logrado por Di Blasi en el último minuto de la primera parte tras una salida más que discutible de Cillessen.
En el segundo acto el partido bajó mucho en cuanto a revoluciones. El Eibar amenazó con un remate de Sergi Enrich que Cillessen paró en una acción que venía a paliar sus cantadas en la primera parte.
Con Messi tomándose la segunda parte como descanso activo, el Barcelona perdió cualquier colmillo en ataque, donde Malcom seguía siendo una broma. Tanto, que Valverde le relevó por Carles Pérez, que asi debutaba en Primera División. También salió desde el banquillo Aleñá por un Busquets irreconocible.
Tuvo su ocasión el Eibar a diez minutos del final con una ocasión de Cucurella a portería vacía y el Barça con las excursiones de Piqué, pero el marcador ya no se mivió, porque Leo no quiso. Ya había sonreído en la primera parte con sus dos goles.
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