Hermoso regresa al lugar del castigo por un hat-trick anómalo
El curso pasado marcó un gol y otros dos en propia puerta, lo que le condenó a pasar nueve partidos seguidos sin participar en el equipo de Quique.
Aunque a día de hoy Mario Hermoso es internacional y uno de los centrales con mejor futuro de Europa, el curso pasado vivió un partido surrealista en Butarque, tan cómico como anómalo. El madrileño hizo un ‘hat-trick’, pero solamente uno de esos tres goles fue certero, el resto se los anotó en propia puerta. Zaldua fue el constructor del primero, después de que su remate lo desviara Hermoso a gol. El propio central también desvió a gol un centro de Amrabat, incluso tuvo tiempo para marcar el 3-2 en el tramo final del encuentro y para tener otro gol de cabeza al filo de la primera parte.
El partido, con Hermoso como protagonista en las dos áreas, certificó que el Espanyol no levantaba cabeza en LaLiga y Quique Sánchez Flores quedó tocado después de su flirteo con el Stoke City semanas antes, cuando se evidenció que el proyecto del madrileño tocaba a su fin y que estaba buscando otra alternativa. Tres meses después acabaría despedido.
Para Hermoso, aquel encuentro también marcó un punto de inflexión en su temporada. El jugador estuvo en la nevera desde el 28 de enero al 8 de abril. Se pasó nueve partidos sin tener minutos, cinco de ellos en el banquillo y cuatro en la grada, una decisión habitual del entrenador madrileño después de algún partido con erorres flagrantes o que han afectado al resultado.
Esta temporada, Hermoso también ha tenido algunos errores que han propiciado goles, como el penalti cometido ante el Sevilla (0-1) o la pérdida de balón en Getafe que abrió la lata del encuentro en la primera vuelta (3-0), aunque Rubi siempre ha confiado en él y nunca ha pisado el banquillo. Hermoso, siempre que ha estado disponible, ha sido uno de los fijos del entrenador catalán. Hoy volverá a ser el comandante de la defensa blanquiazul.