Leganés-Espanyol: fiesta en Butarque pase lo que pase
Los pericos van lanzados a por los puestos europeos. En los locales Pellegrino no hará rotaciones, pero Lunin tendrá su opotunidad.
Butarque ha cogido la buena costumbre de concluir sus temporadas en Primera convertido en un anfiteatro de la felicidad. Hoy echará el cierre a otro curso de sonrisas que comenzó teñido en angustias. El pánico al descenso del Leganés se desparramó en los inicios, pero ahora, cosas del fútbol, los del recién renovado Pellegrino no sólo festejan otra permanencia (habrá vuelta de honor tras el partido), sino que aún cuentan con opciones aritméticas de acabar en Europa. Es el viejo continente opción lejana para el Flaco y sus muchachos, pero muy próxima para Rubi y sus guerreros.
El Espanyol llega a la Avenida de los Once Leones henchido de optimismo. La goleada al Atlético ha inyectado fe en un equipo que tiene claro que de ganar los dos partidos que le restan acabará séptimo. Y, obvio, creen que lo conseguirán. Ni la estadística, ésa que recuerda que esta campaña sólo han vencido dos veces lejos de Cornellá y que en Butarque sólo han ganado tres equipos, frena su ilusión. Colgados del fusil del Panda (doblete ante los del Cholo, y verdugo del Lega en la primera vuelta) cualquier sueño es posible. Los 15 goles ligueros de Iglesias son esperanza eterna en los pericos, que para este partido pierden a David López, su capitán y expepinero en tiempos en los que Butarque era de Segunda B.
Rubi duda de si mantener el 4-4-2 o imitar el 5-3-2 de Pellegrino. El entrenador del Lega ha anunciado que no hará rotaciones aunque Lunin si que tendrá su oportunidad. En la fiesta final de Butarque, el Flaco sólo promete máxima exigencia. Ganar o ganar como mejor tributo a otra temporada histórica al sur de la capital.