Dos salvavidas para el Madrid en Anoeta: Vinicius y Benzema
La Real apura para ir a Europa. Bale, otra vez fuera de la lista. Los blancos, en cuadro atrás: Keylor, Varane y Reguilón, nuevas bajas.
Zidane adivina el final del trago. Porque las revoluciones, como las bicicletas, son para el verano y abrir un proceso a la plantilla en plena competición le ha desgastado y ha generado los lógicos problemas de convivencia en el vestuario. El más serio, con Bale, fuera por segunda semana consecutiva. Un producto en venta al que no se puede poner ni en el escaparate para que no se deprecie más. Zidane lo intentó. Jugó cinco de sus nueve partidos de titular, pero la afición ha echado la puerta abajo. Pinta que no volverá a vestir la camiseta del Madrid.
Pasó su tiempo y comienza el de Vinicius. Ante la Real, en la primera vuelta, fue titular por primera vez en la Liga. Perdió el Madrid (0-2), pero se ganó al público y enredó al VAR con aquel penalti del "Todo Ok, José Luis", ignorado en directo y en diferido por Munuera y Melero, respectivamente. Todo le fue bien desde entonces. Titular en el resto de encuentros ligueros salvo uno, en los cuatro de Copa y en los dos de Champions, jugó tres veces contra el Barça y una contra el Atlético. Una lesión le tuvo fuera dos meses, le dio Zidane un cuarto de hora ante el Villarreal y hoy repite ante la Real con puesto fijo para el próximo año. Y vuelve Benzema, ausencia llorada del Madrid en los últimos dos partidos. Ha metido 14 goles en la segunda vuelta, ocho en sus seis últimas apariciones. Modric también regresa a escena y se quedaron en Madrid, lesionados, Keylor, Odriozola, Reguilón, Varane (no hay parte médico sobre él) y Ramos. Eso obliga a una pareja de centrales muy inusual (Vallejo-Nacho) y le evita a Zidane responder preguntas sobre la portería. De los transferibles, viaja Llorente y se queda Ceballos.
Remontada con Imanol
El Madrid se moverá en datos contradictorios. Le sonríe el pasado (una derrota en once años en Anoeta) y le inquieta el presente (Zidane aún no ha ganado fuera). Y la necesidad está en la otra acera. Porque la Real está a tres puntos de Europa y echará el resto. Su temporada ha sido un acordeón. A Asier Garitano lo echaron con el equipo decimoquinto. Aperribay volvió a reclamar a Imanol, bombero el curso anterior en un trance similar. "Recomendé que mantuvieran a Asier. Igual que a Eusebio un año antes". No le hicieron caso. Su vuelta fue un chute de ánimo: ocho jornadas invicto y un salto hasta la séptima plaza. Después se ralentizó el ritmo, cinco victorias en cuatro meses, pero aún tiene Europa a tiro.
Natural de Orio, la casa del remo, pero aficionado a la bicicleta, ha traído mucha pelota (cuarto de LaLiga en posesión) y poco remate (cuarto por la cola, con diez tiros por partido), ha ido sorteando rivales y bajas y no está en duda su continuidad. El partido le llega en buen momento porque puede recuperar a Illarramendi y Januzaj y porque Oyarzabal ha tomado la bandera del equipo. Catorce goles lleva un futbolista que tartamudeó en sus comienzos con el gol. Faltará Theo, por la cláusula del miedo y porque en Anoeta tampoco ha cuajado. En los dos últimos partidos estuvo en la grada. Su futuro no anda aquí ni en Madrid.