Aspas, frente a un Leganés desmotivado por su éxito
Ha vuelto convertido en tornado. En las últimas cinco jornadas ha marcado seis goles y dado cuatro. Si el Lega gana, estará salvado matemáticamente.
El fútbol es un deporte de vaivenes extremos. De la alegría al luto y viceversa sin pestañear. Oliñas venen e van, que canta la Rianxeira. Las del Celta prometían a principio de temporada pasiones europeas, pero acabaron dejando un temporal de pánico con la proa del barco apuntando al descenso mientras su capitán se revolvía en la enfermería. Pero Aspas ha vuelto convertido en tornado. En las últimas cinco jornadas ha marcado seis goles y dado cuatro. Su fantasía envuelta en un sacrificio que suda celtismo promete rescatar al equipo de Escribá del naufragio. Normal que en plena jornada de reflexión el Lega quiera botarlo, con B, del partido (sigue el partido en directo en As.com).
Lo pide divertido el último cartel online de esa factoría de ficción es Butarque, póster que anuncia este duelo insípido para los pepineros, ya sólo aferrados al nada despreciable reto de hacer matemática la salvación tras dos derrotas encadenadas, barnizadas de desidia. Cuando se alcanzó el umbral de los 41 puntos, el equipo, apuntan críticos desde el vestuario blanquiazul, se dejó llevar. Nada nuevo. Ya sucedió hace un año.
En éste, nadie al sur de la capital ha puesto al grupo mayores exigencias que permanecer entre los mejores. Logrado virtualmente el objetivo, la excelencia de exhibiciones recientes dejó paso al tedio de noches como la del miércoles. Y con los bostezos, también irrumpió el miedo. Miedo a que una tercera derrota consecutiva hoy (igualaría la peor racha de Pellegrino en el Lega) acerque los olvidados puestos de descenso tras haber soñado hace sólo una semana con Europa. De nuevo los vaivenes extremos. Las oliñas que venen e van. Ganar al Celta disiparía ese pánico. Con una derrota del Girona, también haría matemática la permanencia.
Pellegrino probará por la mañana a Siovas, Vesga, Rubén Pérez y Recio, tocados. El primero podría tener descanso. En el Celta retorna Boufal para buscar un triunfo que dejaría casi sentenciada la salvación celeste. Que calmaría definitivamente la tempestad por Vigo