Con Simeone se fulminó la rivalidad con el Valencia
Desde su llegada al Atlético la distancia con el rival directo está en 18 puntos de media. Puso fin a la escalada che y la diferencia presupuestaria es acentuada: 407 millones contra 175.
"El Valencia ha formado una plantilla para pelear por puestos importantes", explicaba Simeone cuando era preguntado en la previa por el buen momento che en las tres competiciones. Los de Marcelino son quintos, intentando desbancar al Getafe de esa cuarta plaza, están en semifinales de la Europa League y aguardan la final de la Copa del Rey. El técnico argentino reconoció el buen momento de un equipo diseñado para aspirar a los puestos Champions y a volver a inquietar al Atlético. Cuando Simeone llegó al banquillo colchonero, en mitad de la temporada 11-12, el Valencia miraba al equipo rojiblanco por encima del hombro, pero eso ya se ha acabado. Los che encadenaban dos temporadas, la 10-11 y la 09-10 terminando en tercera posición con el Atlético en séptima y en novena. El Valencia no era ya solamente competencia directa del equipo rojiblanco, su escalada seguía, observándose peligrosamente desde Madrid.
Simeone llegó para cambiarlo. Aterrizó en enero de 2012 con el Atlético undécimo en la tabla a 14 puntos de un Valencia que era tercero y comenzó a limar diferencias. El ejercicio terminó con el conjunto levantino, nuevamente, abrazando un puesto Champions, como correspondía a su tercera posición en la tabla. El Atlético, ya del Cholo, se quedó en quinta posición a cinco puntos. Con Simeone se rebajó la diferencia en nueve puntos, para empezar. A partir de ahí, el primer paso que el técnico argentino se fijó entre ceja y ceja fue que el Atlético recuperara su sitio como tercera fuerza del fútbol español, con el Valencia como principal objetivo.
Y lo hizo aun comenzando con menor presupuesto que el club che. El Atlético comenzó la temporada 12-13 con un presupuesto de 120 millones de euros, 13 menos que un Valencia de Champions. Sería la última vez. Al finalizar aquella Liga, el Atlético recuperaba la tercera posición y el Valencia quedaba a once puntos en quinta. El sorpasso permitió al club colchonero dar un salto también en lo presupuestario. Consiguió unos ingresos de 142 millones por 115 del Valencia para el ejercicio 13-14. El resultado deportivo corroboró esos números. La diferencia entre ambos se fue a los 41 puntos, con el Atlético ganando la Liga.
En la 14-15 el Valencia escaló hasta la cuarta plaza, un puesto y un punto por detrás del Atlético, con 174 millones de presupuesto rojiblancos por 111 valencianistas. A pesar de la superioridad colchonera en la clasificación, Simeone ha venido siempre apuntando a equipos como el Valencia, el Sevilla o incluso al Villarreal como rivales directos. No había que perder de vista de dónde se venía. Así, el Atlético repitió como tercer clasificado en la 15-16 y en la 16-17, con desplome che, repitiendo en duodécima posición, con 44 y 32 puntos de diferencia mientras la brecha presupuestaria seguía acentuándose.
Notable diferencia ya de presupuestos.
La temporada pasada el Atlético siguió avanzando. Se alzó con la segunda plaza por delante del Real Madrid, seis puntos por delante de un Valencia que fue cuarto. En esta, la diferencia está, de momento, en 16 puntos. El Valencia reparte esfuerzos, a estas alturas, en tres competiciones con 175 millones de presupuesto y un gasto en plantilla de 164 millones. El Atlético alcanzó esta campaña un presupuesto récord de 407, con una inversión en salarios y amortizaciones de 305.
Desde que llegó Simeone al cargo, la diferencia entre el Atlético y el Valencia se ha establecido en una media de 18 puntos, con seis, casi siete, clasificaciones para la Champions colchoneras por tres valencianistas. El abismo presupuestario aleja la idea, a priori, de rivales directos, pero, al igual que el Atlético está cerca de, por segundo año consecutivo, volverle a ganar la partida a un gigante como el Real Madrid, del que le separan todavía más de 260 millones de gasto en plantilla, no se puede perder de vista a un Valencia que sabe competir si la estabilidad y la paciencia contienen al entorno.