Al Hércules le falta gol para presionar al líder
El conjunto de Planagumà tiró una parte. Mejoró tras el descanso y Benja y Carlos tuvieron dos ocasiones para llevarse el partido (0-0).
Cualquier aspirante al liderato debe hacer cosas especiales para opositar a la primera plaza. Sirve como ejemplo ganar en un césped en pésimas condiciones, morder en un escenario complicado o superar la ilusión de un recién ascendido que juega el partido del año en su estadio porque, en teoría, le visita un grande. Este Hércules peca de eso, de hacer cosas extraordinarias para dar un golpe en la mesa y meterle miedo al líder. El conjunto de Planagumà volvió a desperdiciar otra ocasión de oro para sumar un triunfo que le hubiese puesto a dos puntos del líder. Empató en Ejea por varios motivos (0-0), aunque el principal problema que encontró el Hércules fue su falta de gol, como siempre. Benja tuvo una ocasión clarísima en la segunda parte, en el área pequeña, y la mandó fuera. El catalán no está acostumbrado a fallar ocasiones así. Carlos también estrelló un remate en el larguero que pudo valer la victoria. Pero este Hércules no tiene esa pegada de campeón. Es una realidad.
El punto le sirve al conjunto alicantino pare recuperar la segunda plaza. Hoy, tras el Baleares-Cornellà, podrá valorar si el empate ante el Ejea le permite seguir cerca del primero o si debe olvidarse del liderato y pensar en amarrar otra plaza del playoff.
El Hércules firmó una primera parte muy pobre. El estado del césped no ayudó, pero al equipo le faltó ambición. Tampoco Planagumà lo puso fácil al apostar por dos laterales para la banda izquierda, con Adrián y Nani, que jugó de interior. El Hércules no disparó en la primera parte, casi ni compareció. El Ejea se encontró cómodo y tuvo una ocasión muy clara para marcar tras una falta de entendimiento entre Falcón y Samuel. Ramón cruzó en exceso.
En la segunda parte, el equipo dio un paso al frente. A base de córners, se fue acercando a la meta de Loscos. Tras un barullo, Benja tuvo la más clara, pero la tiró fuera. Pol Roigé revolucionó el choque con su entrada y lavó un poco la cara del Hércules. A diez minutos del final, Carlos remató al larguero y ahí murieron los ataques del equipo alicantino. Otín, en el último suspiro, puso a prueba a Falcón con un disparó que desvió el gaditano.