1x1 del Celta: Sin Aspas, el equipo es una vulgaridad
Los vigueses tuvieron dos claras oportunidades en la primera parte, pero desaparecieron del mapa en la segunda mitad. Faltó ambición e ideas.
Rubén Blanco: Quizá pudo hacer algo más en el primer gol encajado. La falta directa lanzada por Griezmann entra por su palo, aunque es cierto que le tapan varios jugadores rivales en la barrera y el disparo fue potente. No pudo hacer nada en el segundo tanto, un mano a mano ante Morata y apenas intervino más en el resto del encuentro.
Mallo: Se limitó a cerrar su banda, donde Emre Mor le ofreció pocas ayudas. Estuvo sobrio y apenas concedió oportunidades por su costado, pero no se prodigó nada en ataque y el equipo notó su ausencia para generar peligro por la derecha.
Cabral: Tuvo trabajo a destajo con Griezmann y Correa, al que le costó mucho tapar y seguirle la marca. Mejor en el juego aéreo que defendiendo los balones al espacio. El argentino se dedicó a achicar agua ante un Atlético muy volcado.
Araujo: En la línea de su compañero en el eje de la defensa, sufrió mucho con los balones a sus espaldas y con la habilidad de Correa y Griezmann. Su fuerte no es la salida de balón, así que el Celta no tuvo una salida limpia desde atrás.
Olaza: Tuvo que hacer un esfuerzo extra para tapar el agujero que dejó Boufal. Cada vez que Juanfran se sumaba al ataque, que fueron bastantes, se encontraba un dos contra uno en el que tenía las de perder. No se sumó al ataque, bastante tenía con intentar cerrar su banda.
Okay: No escatimó, como siempre, en esfuerzos. Se entregó al máximo para intentar apoderarse del centro del campo, pero entre él y Lobotka no daban a basto. De hecho, apenas llegó desde segunda línea porque el equipo no daba salido de atrás. Acabó siendo sustituido a falta de cinco minutos.
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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Lobotka: Esta vez destacó más por su trabajo en defensa que por su buena circulación de balón. Tampoco pudo realizar sus habituales conducciones para dar un desahogo al equipo. Él y Okay no consiguieron imponerse en el centro del campo.
Emre Mor: Otra oportunidad desaprovechada. Nulo en ataque y desaparecido en defensa, donde apenas ofreció ayudas a Hugo Mallo. Fue el primer cambio de Escribá. No le salió ningún regate y no explotó su velocidad para hacer daño a la zaga rojiblanca.
Boudebouz: El jugador del Celta más iluminado en el Metropolitano. Tuvo criterio a la hora de asociarse con sus compañeros y gozó de una clara ocasión, en un espectacular remate de media chilena que obligó a Oblak a emplearse a fondo.
Boufal: En su línea de siempre, mucho regate y ninguna aportación defensiva. Dejó a Olaza descubierto y se perdió muchas veces en acciones imposibles. Aún así, tuvo una buena ocasión tras combinar con Boudebouz, pero Oblak despejó su derechazo desde la frontal del área.
Maxi: Volvió a quedar patente que es mucho menos jugador sin Aspas a su lado. Se peleó con los centrales, pero ganó muy pocos duelos. Realizó dos disparos, uno en cada parte, el primero lo despejó Oblak y el segundo lo envió fuera.
Sisto (entró por Emre Mor): Su participación no sirvió para cambiar el partido. Es más, siguió en la línea de Emre Mor y apenas generó peligro. Escribá buscaba un revulsivo con su entrada, pero todo continuó en la misma línea. Sigue sin reivindicarse.
Beltrán (entró por Okay): Su presencia en el partido fue testimonial. Entró a falta de cinco minutos con el partido ya decidido. Quizás Escribá qusio premiar su buena labor en los entrenamientos a pesar de haber perdido peso en el equipo.
Jensen (entró por Boufal): El danés, desaparecido en los planes de Escribá, fue el último cambio. No tuvo tiempo para entrar en juego.