El día en que Filipe Luis pudo fichar por el Barcelona...
Fue hace una década, en 2009, cuando Guardiola trató de ficharlo del Deportivo pero se encontró con la negativa de Lendoiro.
La historia de Filipe Luis y el Barcelona es una historia que viene de lejos. De antes, incluso, de que comenzara la del brasileño con el Atlético de Madrid. Porque Filipe un día estuvo muy cerca de jugar con la azulgrana. Ocurrió en 2009, cuando Filipe tenía 23 años. Una década después, curioso, ahora que tiene 33 y aún no ha renovado con el Atlético un contrato que finaliza en junio, en tres meses, los rumores de futuro vuelven a ligarlo con aquel club que estuvo a punto de ser el suyo. "Chollo Filipe Luis", titulaba Mundo Deportivo. Por su veteranía, su calidad y su coste, cero, que llega libre. El sábado será el rival a batir por seguir teniendo esperanza en LaLiga.
Hace diez años, Guardiola se había fijado en aquel lateral izquierdo del Deportivo que tres años antes había jugado en la cantera del Real Madrid. Ya era lo que después ha seguido siempre, con una regularidad sólo rota por malditas lesiones: uno de los mejores laterales izquierdos del mundo. En cuanto supo del interés, consultó a Augusto César Lendoiro, entonces presidente del equipo gallego. Y se encontró con flecha gigante. Era su mano: señalaba la cláusula. El Barça, que ofrecía 10 millones, debía pagar su cláusula, 20, si no, nada. Y nada fue.
El Barça fichó a otro, Scherrer, por 4,5 millones del Inter mientras Filipe pasó aquellos días, "de dura incertidumbre y de angustia", como reconociera él mismo en una entrevista, llevándose incluso el teléfono móvil a la playa. Por si sonaba, por si había novedades. "El tren del Barcelona pasó, ya pasará otro", aseguraba. Y lo hubo. Pero también entre medias, uno de los peores momentos de su carrera.
Un tren llamado Atlético de Madrid
Porque en 2009 Filipe siguió en el Deportivo pero meses después, en 2010, se rompió el peroné y se luxó el hombro. Menos de tres meses después estaba jugando otra vez. Aquel verano otro tren estaba aparcado a su puerta. Rojiblanco era. 12 millones ofrecía. Lendoiro esta vez le dejó subir. El resto, es historia. Hoy, siete años y otra rotura de peroné después, podría jugar su último partido con la rojiblanca en el Camp Nou.