Oblak no entiende de rachas; el esloveno siempre está
El portero, con su parada a Doumbia, volvió a ser el factor corrector de un partido con el marcador abierto. Hasta en 13 partidos lo ha hecho esta temporada.
Habían pasado apenas dos y minutos y medio de partido. Algunos aún no se habían sentado y el Atlético, pese a la presión alta con la que salió, concedió un ataque profundo del Girona que pudo cambiar el signo del encuentro. Oblak todavía no había tocado el balón con las manos, apenas con el pie tras una cesión, cuando Borja García buscó a Doumbia en el área. El marfileño conectó un cabezazo que llevaba el camino de la red, pero Oblak se estiró felinamente sobre la línea para evitar el 0-1. El Atlético había saltado algo frío al campo, Oblak no. La concentración y la frialdad del esloveno son dignas de estudio, ya incluso al margen de sus dotes como portero. En el minuto uno, en el noventa o en un partido donde apenas haya tenido que intervenir. El esloveno siempre está y suma como factor corrector.
Con el del Girona lo ha hecho ya en 13 partidos esta temporada, apareciendo con el resultado incierto. Hace unas semanas el Atlético controló bastante bien al Villarreal, sumó un trabajado triunfo por 2-0, pero en el 9’, con 0-0 la historia pudo ser diferente si Oblak no responde en el mano a mano con Ekambi. Antes el equipo del Cholo se había ido con una renta de 2-0 que después no supo defender en Turín, gracias a los goles de Giménez y de Godín, pero previamente Oblak le había negado el gol a Cristiano de libre directo y, después, casi al final, respondió maravillosamente a un disparo de Bernardeschi.
Al Rayo se le ganó en Vallecas en un pésimo partido, 0-1 y gracias. Gracias al esloveno que con 0-0 le sacó un remate peligrosísimo a De Tomás y sobre el tiempo un cabezazo a Ba para asegurar los puntos. En el Villamarín Oblak protagonizó una imagen muy parecida a la del Girona. A los dos minutos dejó una de las paradas de la temporada a la salida de un córner. Feddal cabeceó y el portero se suspendió en el aire para sacarla. Después lo intentó, pero ya no pudo con el penalti de Canales.
El Levante se marchó de vacío del Wanda Metropolitano, cayó por la mínima gracias a un gol de penalti de Griezmann. Pero el resultado pudo cambiar en el 70’, cuando Morales se plantó ante Oblak. El esloveno le sacó el disparo a bocajarro. En el Pizjuán había tenido una intervención también de precisión quirúrgica a un disparo de André Silva y el Atlético sumó un punto en Sevilla. El Atlético sesteó ante el Espanyol y le pudo costar caro si no es por Oblak. Al final fue otro 1-0 de penalti de Griezmann, pero con 0-0 Borja Iglesias y Baptistao las tuvieron clarísimas y el esloveno se agigantó.
Frente la Athletic.
El gol del cojo de Godín hubiera valido solamente un punto si con 0-1 Oblak no le saca una pelota de gol a Williams y, en Butarque, la cosa pudo ser peor que el 1-1 final si antes el portero del Atlético no evita el 1-0 De En-Nesyri en el 66’. El mano a mano que le aguantó a Bacca en el Estadio de la Cerámica dio la vuelta al mundo por su plasticidad y por su valor, pero no es menos cierto que antes respondió a Gerard y a Fornals. La cosa quedó en (1-1).
En el Bernabéu se sumó un punto (0-0) y Oblak dejó su sello ante Asensio. Mientras que en la primera jornada, el Atlético pudo comenzar con triunfo sobre el Rayo (1-0) gracias a tres buenas paradas del balcánico, una de ellas ya en la recta final sobre Sergio Moreno. Oblak vuelve a ser el jugador del Atlético con el rendimiento más uniforme de la temporada. No entiende de rachas, siempre está de guardia.