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LEGANÉS

Se cumplen siete años del día que el Leganés rozó el infierno

El 21 de marzo de 2012, los pepineros cayeron a la última posición del grupo I de Segunda B tras caer ante el Castilla de Morata. Ese temporada se libraron de Tercera en la última jornada.

Se cumplen siete años del día que el Leganés rozó el infierno

En términos futbolísticos siete años son un suspiro. Tiempo banal que, por mucho que haya transcurrido, aún se puede sentir en la piel. Como si jamás se hubiera ido. Como si todavía permaneciera entre nosotros. En Butarque se toman esta definición al pie de la letra. Asier Garitano instauró hace tiempo un lema eterno para el Leganés. Su “Saber de dónde venimos para no olvidar a dónde vamos” se ha hecho doctrina de fe pepinera. Aunque él ya no esté, la frase continúa para evocar que el pasado blanquiazul más próximo no siempre fue de brillantes y purpurina. Hubo periodos de carbón y lágrimas. Tal día como hoy, hace siete años, el Leganés se convirtió en colista de la Segunda División B.

Sólo duró una jornada. Ése fue el suspiro que aquel Lega construido para ascender a Segunda permaneció en la última posición del grupo I. Tras perder 2-1 ante el Real Madrid Castilla en Valdebebas el 21 de marzo de 2012, los de José María Rico (ahora técnico del filial) tocaron fondo.

De nada sirvió el gol de David López, actual capitán del Espanyol. Joselu y Morata sentenciaron a los pepineros y lo mandaron a la lona, con apenas 28 puntos aunque, eso sí, a cuatro de la salvación que marcaba el Alcalá. Por delante del Lega también estaban el Montañeros, el Celta B, el Conquense y el San Sebastián de los Reyes.

Una fecha después se obró el milagro. El Leganés dejó de ser colista gracias a un triunfo inverosímil. El Tenerife perdió en Butarque por 2-0 pese a que los chicharreros arribaron al sur de la capital como tercer clasificado. Marcaron Tonino y Víctor (ex de Valladolid o Villarreal entre otros). Éste último colgó las botas a falta de dos jornadas para convertirse en el nuevo entrenador y lograr una salvación que se arañó en el último partido, goleada mediante al Atlético de Madrid B.

Aquel 5-2 fue colofón sonriente a una campaña que ejerció como prólogo de pesadilla al mejor periodo histórico del Leganés. Ahora los blanquiazules son de Primera, pese a que hace no tanto tiempo apuntaban a Tercera. Apenas siete años han pasado de aquello. En términos futbolísticos, un suspiro.