Butarque es el único estadio de Primera que no ha usado el VAR
En los 14 partidos disputados en casa, la tecnología aún no ha corregido ninguna decisión. Tampoco se ha consultado la pantalla. El sábado casi se estrenó ante el Girona.
Munuera Montero se llevó la mano izquierda al pinganillo y ahí estuvo, cerca de un minuto dejándose consultar por Iglesias Villanueva, el árbitro del VAR. El Leganés -Girona del pasado sábado rozaba el minuto 45 y Nyom acababa de marcar el 1-2. El línea había anulado el tanto por fuera de juego, pero había dudas. Muchas dudas. Tantas, que segundos después de la jugada, Butarque comenzó a celebrar el gol.
Las radios, chivatas de las repeticiones televisivas, decían que la posición era legal. Las pantallas de los palcos en Tribuna mostraban lo mismo. Los hinchas próximos a estos cubículos VIP lo vieron clarísimo. Por eso festejaron el gol de forma preventiva. Parecía lógico que hubiera una corrección que, de haberse producido, habría sido histórica.
En ese momento el VAR aún no se había estrenado en La Avenida de los Once Leones. Y sin estrenarse que siguió. Para sorpresa de todos, Munuera pidió continuar el partido con el 0-2 previo al gol de Nyom y ratificó el anómalo fuera de juego señalado por su asistente. No hubo corrección histórica. La vida sigue igual. Butarque continúa siendo el único estadio de Primera donde la tecnología aún no ha 'actuado'.
Catorce partidos sin VAR
Entiéndase por actuar el censurar una decisión tomada por el árbitro o alguno de sus asistentes. También engloba cualquier consulta del colegiado principal a la pantalla situada entre los banquillos, bien para ratificar un dictamen, bien para enmendarlo. Nada de eso se ha visto en los catorce encuentros que ha albergado en esta temporada el recinto blanquiazul. Quedan cinco para que el VAR haga acto de presencia al sur de la capital este curso.
La inacción de la tecnología resulta llamativa. Ocasiones ha habido de estrenarse. La más famosa, la mano de Zaldúa en el duelo frente a la Real Sociedad de la segunda jornada. La dupla arbitral también era entonces la formada por Munuera Montero e Iglesias Villanueva.
Más adelante se han producido otras. Dos recientemente: la falta de Kondogbia a Bustinza en el 0-1 del Leganés – Valencia y el tanto (mal) anulado a Coke por supuesta falta de Borja Mayoral a Cuéllar en el Leganés – Levante (1-0 final). Todas parecían claras para la corrección tecnológica, pero en ninguna hubo VAR.
Desesperación pepinera
En el caso de la jugada del sábado contra el Girona, el gol anulado a Nyom terminó por desesperar a un Leganés que todavía hoy se pregunta qué pasó. La televisión no mostró la imagen repetida con las líneas de fuera de juego sobreimpresionado porque estas secuencias sólo se emiten cuando el VAR corrige la decisión del árbitro. Pero el caso es que las repeticiones normales, las de toda la vida, enseñaban claramente como Nyom estaba por detrás de los defensores.
Quizá en el juicio de Munuera Montero e Iglesias Villanueva pesó que Nyom, justo antes del remate, parece acomodarse la bola con la mano izquierda. Puede que, aun habiendo anulado el fuera de juego, habrían tenido que invalidar el gol por mano del camerunés. De ahí que hubieran dejado todo como estaba tras un minuto de consulta. Un minuto que habría sido histórico de haber mediado corrección. Pero no la hubo. El VAR sigue virgen en Butarque.
