El Real Madrid ya sabe que el PSG será una roca por Mbappé
Tiene en su eterno rival dos buenos ejemplos: el Barça, al ir recientemente a por Verratti y Rabiot, provocó la reacción más autoritaria de Al Khelaifi.
Tras una temporada decepcionante, sin opción de títulos desde inicios de marzo, el Madrid busca un galáctico para reconstruirse. En ese objetivo destaca un nombre, el de Kylian Mbappé (20 años). Sin embargo, es una opción muy complicada porque exige una operación de extrema complejidad más allá incluso del factor económico. El francés es, junto a Neymar, la joya de la corona de Al Khelaifi, y las reacciones del presidente del PSG en los últimos meses ante el interés en Verratti y Rabiot del Barça tienen efecto casi disuasorio.
Verratti, de declararse en rebeldía a pedir perdón públicamente
El de Verratti (ahora 26 años) fue un culebrón con mucho ruido en el verano de 2017. El Barcelona fue a por él, como hizo saber en París, y el italiano puso todo lo posible para jugar en el Camp Nou, hasta declararse en rebeldía. Usó a su por entonces representante, Donato di Campli, que llegó a afirmar que su representado se sentía como "un prisionero del emir de Qatar". Aquel órdago se volvió en contra de Verratti, que tuvo que recoger cable, disculparse públicamente ("Vi las declaraciones de mi agente y quiero decir que esas no son mis palabras, no habla por mí. Quiero pedir disculpas (...). Soy lo que soy gracias al PSG") y despedir a Di Campli, al que cambió por el polémico Mino Raiola. A cambio, además, Al Khelaifi tomó represalias y sacó el talonario para hacerse con Neymar por 222 millones de euros.
Rabiot, apartado y con su madre y agente criticando al PSG
Más reciente, y aún muy de actualidad, es el caso de Rabiot (23). Todo empezó el pasado verano, en el que el Barça, como confesó la madre y agente del jugador meses después, consiguió un acuerdo con él. De hecho, Antero Henrique, director deportivo del club parisino, se quejó por que desde el Camp Nou hubieran hecho una oferta el 29 de agosto, denunciando que previamente se habían producido contactos con el centrocampista. En los siguientes meses se fueron sucediendo las noticias: Rabiot rechazó tres propuestas de renovación, se declaró en rebeldía, Antero Henrique reconoció lo crítico del asunto y el Barça desmintió con un comunicado la existencia de un trato. La situación terminó por ser insostenible y, con Rabiot apartado de sus compañeros, explotó con una entrevista de su madre y representante el 19 de marzo en L'Équipe en la que protestó amargamente: "Mi hijo es un rehén; otros pueden ir a Carnaval...".
Los ejemplos de Verratti y Rabiot, que no son los únicos, advierten al Madrid de la dificultad de pescar en el Parque de los Príncipes. No vale sólo con la voluntad del deseado ("se ve jugando en el Madrid", filtró un familiar de Mbappé), ni siquiera si lo manifiesta claramente; tampoco si a eso se le añade una buena suma de dinero, algo que el PSG no necesita. El principal escollo a salvar, y la clave es averiguar cómo, es el de Al Khelaifi...