Óscar Rodríguez, el multiusos de Pellegrino en el Leganés
Cedido por el Real Madrid se ha convertido en el tercer pepinero con más minutos gracias a su polivalencia. Llegó para ser mediapunta, pero ha jugado de todo y casi todo, de titular.
Óscar Rodríguez, mediocampista del Leganés cedido por el Real Madrid, tiene 20 años. Casi tantos como posiciones en las que ha jugado este curso. La metáfora, cierto, es algo exagerada… o quizá no tanto. Porque a lo largo de lo que llevamos de campaña, Mauricio Pellegrino, entrenador de los pepineros, ha dispuesto al chaval de los Navalmorales en casi todas las ubicaciones posibles del mediocampo hacia adelante. Ya sólo le queda probarlo en la retaguardia. Tiempo al tiempo.
El chico llegó a Butarque para ser mediapunta. Su currículum está plagado de éxitos desde esa posición de enganche que representa tan bien José María Gutiérrez, Guti. El ahora segundo entrenador del Besiktas fue el técnico bajo cuyo mando Óscar explotó en su mejor año de madridista. El curso que el juvenil A del Real Madrid lo ganó todo (2016-2017), él, Óscar, fue la referencia del equipo. Y lo fue desde la mediapunta. Como Guti.
Primeras dudas y eclosión
El caso es que ahí debería haber jugado en el Leganés. Para eso lo querían. Cuando arrancó la temporada, Pellegrino decidió perpetuar el 4-2-3-1 que desplegaba Garitano. En ese esquema Óscar tenía hueco por detrás del delantero. Su competidor era una leyenda en Butarque. Nada menos que Javier Eraso.
A Óscar le costó arrancar. Eraso fue titular en los inicios. Durante las primeras cinco jornadas inaugurales, el madridista sólo fue convocado en tres encuentros y apenas disputó 31 minutos repartidos entre dos partidos. Mal panorama.
La cosa cambió con la visita del Barcelona a Butarque. Óscar debutó de titular en Primera con gol incluido. Se salió en aquel histórico triunfo blanquiazul (2-1). Y no lo hizo como mediapunta, sino como extremo izquierdo en un 5-4-1 en el que las bandas se ocupaban con una fórmula híbrida que mezclaba la presencia de carrileros y de extremos rápidos que buscaban la diagonal permanentemente.
Seis ubicaciones diferentes
Aquello fue el comienzo del peregrinar de Óscar por un sinfín de ubicaciones distintas. Hasta seis. Más adelante le tocó probar de interior zurdo. También se le ha visto en ese mismo espacio por la derecha. Se ha disfrazado de segundo delantero e incluso ha ejercido de medio centro ofensivo cuando, ante el Valencia, Pellegrino plantó un nostálgico 4-2-4 para buscar el empate.
Semejante polivalencia es una de las claves del éxito de Óscar. Por eso lo juega todo. Y todo lo que juega, lo juega de titular. En Liga es el tercer jugador de campo pepinero más utilizado. Ha competido 1.925 minutos distribuidos en 24 partidos. En 22 salió de inicio. Sólo ocupó el banquillo en los dos choques antes mencionados de las primeras cinco jornadas.
Casco de obrero, zapatos de claqué
Pellegrino ensalza su capacidad de sacrificio y su adaptación a cualquier situación pese a su perfil eminentemente técnico (llega tres goles y tres asistencias). Para El Flaco, Óscar es algo así como un futbolista con casco obrero y zapatos de claqué. La combinación perfecta del currante y el bailarín que, curioso, ahora ha retornado a los orígenes.
En sus dos últimos partidos Óscar ha vuelto a ejercer de mediapunta. Dentro del 5-3-2 inamovible de su entrenador, ha pasado de ocupar el costado zurdo, a jugar por delante de los medioscentros y detrás de los delanteros. Un espacio en el que tiene más libertad, llegada y peligro. Su ubicación natural. Aunque, visto lo visto esta temporada, resulte complicado etiquetarlo. Óscar es el multiusos de Pellegrino en el Leganés.