Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

REAL MADRID

Bale vio en ser titular un detalle de Zidane, pero no se fía...

El jugador galés se sabe más fuera que dentro del club blanco. Podría jugar más de aquí al final para revalorizarlo y después venderlo

Gareth Bale
Gareth Bale

Comentan en el entorno de Bale (29) que el propio jugador sintió con sorpresa y alivio su titularidad ante el Celta en el primer partido de la vuelta de Zidane. Venía el galés de haber perdido su estatus también con Solari y de ni siquiera viajar a Valladolid en el último partido con el técnico argentino. Pero Zidane no se mostró rencoroso con él. Es más, en cierto modo le debía este gesto, o eso piensa el equipo que trabaja con Bale, después de los dos goles que marcó en Kiev y que le dieron al francés su tercera Champions consecutiva (aunque en ese encuentro tampoco fuera titular).

Pero después de la sorpresa y la valoración positiva también hay una segunda parte o lectura para el galés que, pensando fríamente, se ve más fuera que dentro del Madrid. “Estará en el Bernabéu el tiempo que el Madrid quiera que esté”, reflexionaba su agente Jonathan Barnett, hace poco. Pero a nadie se le escapa que Bale ya ha perdido el favor de la directiva, que no ha dejado de lamentarse durante este curso de no haber vendido al galés en 2016 cuando Mourinho lo estaba pidiendo a gritos para el United. Entonces, su precio rondaba los cien millones y habría sido una gran operación. Más aún cuando de ello dependía la llegada de Mbappé, por el que el Madrid llegó a ofrecer 224 millones de euros y que no quiso venir al Madrid porque vio que, con la bbC, no tenía sitio.

Según esta segunda lectura, Bale no se fía de si los minutos que le pueda dar Zidane en los diez partidos que restan para acabar el campeonato le servirán para quedarse y que vuelva a confiar en él o si se tratará simplemente de una estrategia que sigue el Madrid para revalorizarlo y venderlo este verano al mejor postor. El Madrid necesita dinero para financiar el fichaje de Hazard y los que estén por venir. Bale está en el alambre y lo sabe.