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Zúñiga: “Querer ir a Europa sin gastar es muy difícil”

Nacido en Luciana en 1960, Manuel Zúñiga jugó en el Espanyol de 1979 a 1988 donde disputó 259 encuentros. Ahora entrena al Coria CF y sigue al club blanquiazul con fidelidad.

Manolo Zúñiga.
Toni Rodriguez

El 30 de diciembre de 1979 usted debuta con el Espanyol. Feliz Navidad aquella…

Tenía 19 años y algunos meses. Fue anecdótico, pero me hablaron de unas condiciones que cuando llegué a Barcelona habían cambiado. Hubo una pequeño tira y afloja. Pero el presidente Manuel Meler lo solucionó. Estuve muy a gusto y agradecido. Tuve continuidad en Primera y fueron mis mejores años. Casi nos colgamos el broche de oro con la UEFA.

¿Cuántas veces rememoró aquello?

Muchas, aún a día de hoy. Todos tenemos un entrenador dentro y un equipo en la cabeza, pero nadie acertó. Al final decidía Clemente. Tomó decisiones y el resultado no fue el idóneo. Parece que nos hicieron vudú. Yo era de los que metía los penaltis, pero quise golpear con el empeine, le di al suelo y la sacó el portero.

¿Qué pensó en el paseo del mediocampo al punto de penalti?

Lo tenía clarísimo. En el paseo pensaba en la gente. Lo hablé con otro compañero: ‘hay que meterlo, la que nos espera ahí fuera’. Fui convencido de que iba a entrar y darle una alegría a la afición. Fue mi visión: empeine total y lado izquierdo. Pero los nervios, el momento…

Ahora Europa es una quimera para el Espanyol. ¿Cómo ve al equipo de Rubi?

El Espanyol se ha rehecho con respecto al curso pasado y ha realizado cambios profundos. También le ha pasado al Sevilla. Rubi debe buscar el equilibrio, pero le ha dado otro aire. Empezó bien, pegó un bajón y se ha ido asentando. Estar en media tabla no es para tirar cohetes. La plantilla es joven, está dando minutos a jugadores con poca experiencia, juega gente de la casa y necesita rodaje.

¿Crees que el equipo de Rubi tiene plantilla para exigirle más?

Hay que exigirle. Los entrenadores queremos ganar, pero tienes que guardar la ropa. Cuando juegas arriba los rivales te hacen daño. Veo al equipo estable. Los socios van a exigir porque están locos por ver al equipo arriba. Pero el grupo debe irse haciendo…

¿Considera que si Rubi sigue el próximo año si que hay que exigir más?

Su idea de fútbol y de proyecto se basa a través del buen juego, del 4-3-3, con gente de calidad, con buen fútbol… Y eso está bien, pero al final el dinero marca todo. Hay que mejorar el equipo. El Sevilla está en otra onda porque tiene otros jugadores. Si el Espanyol no accede a ese mercado, debe ir mezclando, adaptándose, pero no tendrá la obligación europea. Hay plantillas mejores.

¿Te gusta el tipo de fútbol que practica el Espanyol?

El entrenador debe saber qué tiene y sacarle provecho. No hay que imponer el criterio, hay que creer en lo que haces pero adaptarte a lo que tienes. El fútbol se divide en jugar sin balón, las transiciones y con balón. En esta última todo es vistoso y agradable. Pero depende del perfil de jugadores: lo que ganas por un lado te resta por otro. Vuelvo a hablar de presupuestos, si tienes un mediocentro completo te vale para todo.

Hablemos de mediocampistas. ¿Qué destaca de Marc Roca, Darder y Melendo?

Los tres son muy buenos. Melendo tiene una calidad estupenda, una zurda envidiable, mucha visión de juego, pero le falta ese físico aunque recupera bien y es rápido. Rubi le saca provecho. Darder tiene calidad, desborde, se asocia… En el mediocampo ambos generan circulación y alimentan a los de arriba. Bajo mi punto de vista Roca sí tiene un perfil para llegar a un gran club, por sus condiciones, por su equilibrio y porque genera otras cosas.

¿A quién destaca más?

Mario Hermoso es santo y seña. Ha crecido mucho, es un central zurdo con calidad y anticipación. Elabora, te crea desde atrás, saca el balón jugado…. Se necesitan piezas que te den algo más y eso se paga. Hacen falta jugadores con un pedigrí diferente. Estar en Europa son palabras mayores. Borja me gusta, está siendo práctico, goleador y no te falla. Esperar ir a Europa sin gastar es muy difícil, aunque hay que crecer poco a poco como hizo el Sevilla en su momento: vender lo que se pueda siempre y cuando tengas un recambio.

Hablando del Sevilla, ¿le convence Machín?

La afición quiere ver tres puntos, da igual cómo juegues. Incluso el Betis juega bien pero si no gana critican a Setién. Machín no desarrolla ese fútbol tan brillante, pero ha ido sacando resultados salvo fuera de casa, que es su asignatura pendiente. Creo que da estabilidad y un buen posicionamiento.

¿Qué recuerda del Sevilla en el que usted jugó?

Firmé con Azkargorta después de la final de la UEFA. Se cerraba un ciclo en el Espanyol. Fui honesto y creo que era el momento de irme. Busqué la salida, estaba a gusto pero necesitaba otra cosa. Me quisieron varios equipos pero escogí Sevilla y ahora vivo ahí. Nos metimos en la UEFA. Después del drama de Leverkusen se cerró una época entrañable. Ahora tenemos un grupo de whatsapp y estamos en contacto casi todas las semanas. Fue una etapa inolvidable. No se nos irá nunca ese recuerdo. Desde la distancia sigo al Espanyol, siempre lo veo. Pero vivo más el día a día del Sevilla.

Volviendo al comienzo. ¿Se acuerda dónde vivía los primeros meses en Barcelona?

Llegué en una transición de gente con experiencia y fui el primer fichaje joven. Te acogen, me llamaban el niño, pero me tuve que buscar la vida. Iba solo con 19 años por Barcelona. Tenía que funcionar solo, pero cuando necesitaba ayuda tenía a los compañeros. La media de edad era de 28 o 30.

¿Azkargorta o Clemente?

Me quedo con lo bueno de cada uno. No hay un técnico estándar. Tengo más de Clemente que de Azkargorta, cómo hay que transmitirle al jugador e involucrarse. Hay que tratar de sacar lo mejor del futbolista a nivel mental. Todos los jugadores tienen las condiciones, pero la confianza es clave. Si tienes esa empatía y le encuentras el sitio al futbolista, hay mucho ganado.

¿Qué jugador con más talento has jugado?

Lauridsen era espectacular.