Karim Benzema se hace todavía más grande en la tempestad
Tras la marcha de Cristiano ha mostrado compromiso. En Valladolid tuvo un gran detalle al cederle el brazalete de capitán a Marcelo.
En muchos equipos los capitanes están designados por el técnico o elegidos por el vestuario. En el Madrid es la antigüedad lo que cuenta pero, si no fuera el caso, no hay ninguna duda de que Benzema sería escogido por sus compañeros para ser uno de los que llevan el brazalete. En tercera posición en la jerarquía, tras Ramos y Marcelo, el francés está demostrando desde el principio de temporada, y más con la marcha de Cristiano, que él también es capaz de ser uno de los líderes del grupo.
Su actitud en el campo habla por sí sola. No sólo por los numerosos goles que están marcando. El '9' ya ha anotado 22 tantos durante el curso y terminará como pichichi del equipo. En este aparto, Karim está cumpliendo. Sin embargo, los que más está sorprendiendo a la gente que no le conoce personalmente es el carácter que muestra día tras día, partido tras partido. "Yo puedo hablar en el vestuario pero hay gente que lo hace mejor", dijo en France Football. "Pero prefiero comunicar sobre el terreno de juego, dónde me siento más a gusto". Y así es, porque estamos viendo al Benzema más hablador durante los partidos. No para de charlar con Modric, por ejemplo, para mejorar juntos la animación del juego de ataque. También es el primero que aplaude y anima a sus compañeros para que levanten la cabeza cuando el Madrid encaja un gol.
Fue muy directo el domingo en Valladolid cuando, en los últimos minutos del partido, el delantero le pidió calma a Vallejo después de que el central mandase el balón muy arriba y con demasiada prisa. Y cuando hace falta un poco de psicología también es capaz de ello. El bonito gesto que tuvo con Marcelo al correr para entregarle el brazalete, habla por sí solo. Como buen francés, Benzema lo hace todo con "grandeur" (grandeza). Una gran noticia para el Madrid y también para Zidane, que podrá contar con un Karim todavía más implicado. El técnico sabe que su compatriota será uno de los pilares de su nuevo proyecto.