Los frentes que tendría abiertos Mourinho en el Real Madrid: Sergio Ramos, Benzema...
Marcelo y Benzema también tuvieron desencuentros con el técnico. Modric, al que avaló, Nacho, Varane y Casemiro, los otros que aún están.
Como sucediera con la destitución de Julen Lopetegui en octubre y su propio cese como entrenador del Manchester United en diciembre, José Mourinho vuelve a aparecer con fuerza en las quinielas para tomar en el futuro las riendas del Real Madrid cuando se produzca el relevo de Solari. Pasadas cinco temporadas y media de su marcha, en las que el club blanco ha conquistado cuatro de seis Champions, permanecen en la plantilla blanca siete jugadores que estuvieron a las órdenes del portugués: Sergio Ramos, Varane, Nacho, Marcelo, Casemiro, Modric y Benzema. La relación fue dispar con los siete, aunque la más reseñable, por su actual condición de capitán y líder en el vestuario, sea la guerra fría que acabó teniendo con Ramos.
El de Camas ya tenía galones de capitán cuando Mourinho llegó al club. Con seis temporadas, era el segundo jugador más veterano de la plantilla, solo por detrás de un Casillas cuya relación con el luso también fue conflictiva. A pesar de ser uno de los jugadores en los que más confió (jugó 137 partidos), la relación de Sergio Ramos con Mourinho fue erosionándose. El técnico no se cortó en criticar sutilmente al central cuando consideró que no estaba rindiendo al máximo nivel.
En su tercera temporada juntos, antes de un partido contra el Deportivo, Mourinho reclamó el mejor nivel del zaguero: "Cuando Ramos está a tope me aporta todo lo que puede aportar un defensa, seguridad, calidad en la salida del balón, fuerza a balón parado, liderazgo", decía Mourinho, recalcando que Ramos "es uno de los mejores cuando está a tope". Después de aquel partido, que el Madrid ganó 5-1, el jugador no se cortó en dar réplica en zona mixta: "Muero con mis ideas y mis principios, y si hay algo que no me gusta, ¿por qué voy a tener que callarme? Nadie puede dudar de mi trabajo y fidelidad al club", contestó Ramos cuando le preguntaron si se sentía señalado. Tras esas declaraciones, el central tuvo que aclarar en Twitter que su relación con Mou era "buena, honesta y clara" y en noviembre de 2012, concentrado con la Selección, reconocía que había tenido "diferencias" con el técnico, "pero las hemos aclarado".
Ya en mayo de 2013, finalizada la temporada y confirmada la marcha de Mourinho, Ramos señalaba el perfil de técnico deseado en el vestuario para reemplazar al portugués: "Necesitamos un técnico que confíe en la plantilla, que tenga ambición e ilusión por conseguir títulos y que imponga respeto en el vestuario", declaraba, aunque antes afirmaba sobre Mourinho que "yo sólo puedo tener buenas palabras para él. A nivel profesional, es uno de los mejores entrenadores del mundo y en este tiempo me ha ayudado mucho a competir, a tener más exigencia. Exprime a cada jugador y eso es una virtud. A nivel personal, se respeta".
Su último (des)encuentro fue en agosto de 2017, cuando el Real Madrid se enfrentó al Manchester United de Mourinho en la Supercopa de Europa. El ya capitán del Real Madrid se refería entonces con frialdad a la etapa de Mourinho: "Ha sido un entrenador más en mi carrera. Con todos los entrenadores, incluso como benjamín en el Sevilla, aprendí algo. Con él también aprendí cosas buenas, pero no creo que él haya cambiado mi vida en el fútbol", decía el de Camas.
Marcelo
Como le sucedió a Ramos, con el paso del tiempo fue perdiendo la confianza incondicional del técnico. En los primeros meses, el brasileño reconocía que el nuevo técnico le estaba enseñando "a ser más agresivo". Marcelo, a pesar de llevar tres temporadas y media de experiencia en el Real Madrid, apenas tenía 22 años recién cumplidos cuando llegó el portugués. Fue el punto álgido. Marcelo jugó un 65% menos en la tercera temporada (por lesiones y su mal estado de forma) y a los pocos meses protagonizó una imagen aparentemente reveladora. El Madrid se enfrentó en la siguiente pretemporada al Chelsea de Mourinho y el lateral marcó un gol celebrándolo con un rabioso "¡Toma!" delante del técnico. El carioca explicó luego que solo se trataba de un gesto a la grada.
Benzema
El francés fue el protagonista de una de las (muchas) frases que Mourinho dejó para la posteridad en sus comparecencias públicas como entrenador del Real Madrid. Quejoso de no poder contar por lesión con Higuaín, el delantero en el que confiaba, definió con una célebre comparación cinegética la capacidad goleadora de Benzema: "Si no tienes perro para ir contigo a cazar; si tienes un gato, vas con el gato, ¿no?". Cuando el club trajo a Adebayor para hacerle competencia, Benzema dobló los números del togolés: 15 goles frente a los 8 que marcó el jugador cedido por el Manchester City.
Nacho
Fue el de Setúbal quien, en su primera temporada, dio la alternativa a Nacho en el primer equipo, cubriendo la banda izquierda en un Valencia-Real Madrid (3-6) para dar descanso a Marcelo antes de las semifinales de Champions contra el Barcelona. En la tercera temporada, todavía con ficha del Castilla, el canterano fue uno de los beneficiados del conflicto de José Mourinho con otros miembros del vestuario blanco. Aunque su polivalencia le hizo involuntariamente ser víctima colateral de una polémica de Mourinho. Fue en la 2012-2013, cuando actuaba de central en el Castilla con Toril y Mourinho reclamó públicamente a su homólogo en el filial que alineara a Nacho en el lateral derecho, que era la posición en la que le necesitaba como recambio en el primer equipo.
Varane
Uno de los jugadores que creció a las órdenes de Mourinho. Llegó al Real Madrid recomendado por Zidane con 18 años en el verano de 2011, antes de la segunda temporada del luso. El central se consagró en el cruce de semifinales de la Copa de 2013 con una brillante actuación defendiendo a Messi y dos goles. Varane jugó un total de 48 partidos con Mourinho.
Modric
El jugador que ha quebrado el duopolio Cristiano-Messi en el Balón de Oro aterrizó en Concha Espina avalado por Mourinho: "La clase de Modric enamorará al Bernabéu", aventuraba el técnico cuando lo fichó en 2012. Su vaticinio con el croata, que fue pieza clave en la última campaña del portugués, se ha cumplido.
Casemiro
Llegado al Castilla en enero de 2013, en esa media temporada a Mourinho le dio tiempo de darle la alternativa con el primer equipo. Fue en el Real Madrid-Betis (3-1) de la 32ª jornada de Liga: los únicos 90 minutos de Casemiro a las órdenes de Mou.