La polémica eliminación revoluciona al Roma
Pallotta estalló contra el VAR, pero la derrota le puede costar el puesto a Di Francesco. Los tifosi atacan a Monchi.
El Roma está viviendo un terremoto tras la eliminación sufrida ante el Oporto. Antes que nada, los italianos no aceptaron las decisiones del VAR, que concedió un penalti (claro) por un agarrón de Florenzi a Fernando y negó otro, justo antes del pitido final, por una zancadilla de Marega a Schick. El árbitro Cakir no fue ni a revisar las imágenes, algo que aumentó la rabia de los giallorossi.
Manolas habló de “vergüenza”, De Rossi de injusticia y el presidente Pallotta, por su parte, explotó en las redes sociales con un tweet que publicó la propia entidad romanista: “El año pasado pedimos el VAR porque nos arruinaron la semifinal y en cambio nos volvieron a robar. Estoy harto de esa mierda”.
Además de las polémicas, el Roma vive una crisis técnica (en la Serie A lucha por el cuarto puesto y en la última jornada cayó 3-0 en el derbi), que podría acabar con la era Di Francesco. El entrenador ayer no quiso hablar con la prensa, se encerró en el bus del equipo, aislándose también de sus propios jugadores. Ranieri, Donadoni y Paulo Sousa (que también está cerca del Burdeos) podrían sustituirle ya en las próximas semanas, aunque la directiva todavía no ha tomado una decisión.
La revolución también podría involucrar a Monchi, que en Inglaterra ya definen a un paso del Arsenal a partir del próximo curso. La tensión, entre la hinchada, es enorme: varios tifosi giallorossi increparon a sus jugadores en el aeropuerto de Oporto y también criticaron al exsevillista, acusado de haber “destrozado al equipo”.