La Champions regresa al Bernabéu 83 días después de su noche más triste
El pasado 12 de diciembre, el Madrid cayó 0-3 con el CSKA en la peor derrota blanca como local en el estadio Santiago Bernabéu.
83 días después, la Champions regresa al Bernabéu. Y lo hace en un momento crítico para el Madrid, tras dos derrotas consecutivas en el coliseo madridista y frente al Barcelona. Y este regreso tampoco es fácil para el Madrid de Solari: su último encuentro como local fue la mayor derrota cosechada por los blancos en la competición continental en su estadio. Los jugadores del CSKA apenas necesitaron cinco disparos a puerta para anotar tres goles, mientras que los blancos lanzaron 19 tiros sobre la meta de Akinfeev, pero sólo siete fueron entre los tres palos: frenaba así su racha de 44 encuentros consecutivos anotando en el Bernabéu, lo que era un récord histórico de los torneos continentales.
Aquel día, Solari, con el equipo ya clasificado, optó por un once basado en jugadores que habían tenido pocos minutos: Odriozola, Vallejo y Javi Sánchez se alineaban en defensa; Marcos Llorente y Valverde se situaron como doble pívote. Les acompañaban Courtois bajo palos, Marcelo en la zaga (Reguilón estaba lesionado, al igual que Mariano), e Isco, Asensio, Vinicius y Benzema en la ofensiva. Los rusos se fueron estirando conforme transcurría el encuentro y aprovecharon dos zarpazos para ponerse por delante y finiquitar el encuentro. Pero lo peor llegaría en una segunda parte para olvidar: Isco fue abucheado tras fallar una ocasión. El malagueño se giró a la grada, encarándose con los aficionados: “¡Qué queréis, qué queréis!”. Posteriormente, el 22 blanco (aquella noche perdió 22 balones) fue silbado a la vez que fue in crescendo el enfado del jugador, que rechazó el brazalete de capitán cuando Marcelo, en el momento de ser sustituido, se lo iba a entregar. Para colmo de males, Bale, que había salido en el descanso, cayó lesionado.
Con ese ambiente, apenas dos días después se celebraba la comida de Navidad de las plantillas blancas, tanto de fútbol como de baloncesto. Al día siguiente se midieron al Rayo, al que ganaron por la mínima, con un gol de Benzema y dos paradas de Courtois que evitaron más sangre en la herida. Ante el Ajax veremos si la herida, que parecía cicatrizada, está viva y latiendo…