Los analistas italianos no ven cómo sorprender a Simeone
Gasperini, Bergomi, Costacurta y Ambrosini coindieron en Sky Italia: "La Juventus no está acostumbrada a medirse con un equipo del nivel físico y técnico del Atlético".
El domingo italiano se cerró con un loquísimo y polémico Fiorentina-Inter (3-3). A continuación la plataforma transalpina Sky emitía su habitual "El Club", un programa analítico donde, además de contar con brillantes ponentes, se puede, por ejemplo, observar cómo desde el estudio se entrevistaba a un todavía caliente Spalletti, que hacía lo posible por morderse la lengua después de perder dos puntos con un más que dudoso penalti final. Pero la Serie A languidece, a la espera de que una Juventus en +13 sobre el Nápoles pueda dar el tiro de gracia el domingo en el San Paolo. Así que, tras diseccionar el Fiorentina-Inter, la volcánica situación de Icardi y la paupérrima victoria de la Juve en Bolonia, se pasó página deprisa para el debate que esta semana en Italia enciende a los entendidos.
"El Club" tenía a Bergomi, Costacurta y Ambrosini como analistas y a Giampiero Gasperini, uno de los técnicos mejor considerados del 'Calcio', para ponerle nombre a lo que le pasó por encima a la Juventus en el Metropolitano (2-0). Se comenzó con una serie de clips en vídeo para resumir "el deseo" y "la rotunda organización defensiva" del Atlético. En ellos se hacía ver cómo, sin tener la pelota, los hombres del Cholo fueron llevando a la Juventus hasta trampas mortales. "Les enviaban adonde no querían ir", se explicaba. Desde cómo el frenesí rojiblanco impedía a la Juventus moverse entre líneas hasta a cómo se embaucaba a los centrales italianos para cometer un error. Gráfico fue el clip donde se veía a un ingenuo Chiellini aventurándose en territorio enemigo para pifiar un pase horizontal y dar paso a una contra que no dio en el blanco por poco.
Los asistentes buscaron la ayuda de la mente fresca de Gasperini, quien no puso paños calientes. "La Juve gana demasiado fácil en Italia, hay un socavón técnico con el resto y no encuentran partidos de este tipo en la Serie A. No están acostumbrados a encontrar aquí un equipo de ese nivel físico y técnico. Su posesión de balón es óptima y la defensa es compacta y física como no se ve en Italia", esgrimió el técnico del Atalanta. A partir de ahí se lanzó la gran pregunta, cómo sorprender a semejante maquinaria de competición. Las ideas en la mesa partían de Cancelo, el arma que Allegri se guardó en el Metropolitano. Pero el perfil ofensivo del portugués no ayudaba a ponerse de acuerdo. De lateral, de "externo alto", de volante... Tras diez minutos de tormenta de ideas y con Cancelo subiendo y bajando frenéticamente el campo desde hasta tres posiciones diferentes, Ambrosini se quitó de encima el debate con un doble y entregado "Non lo so" ("No lo sé"). Veladamente le enviaba a Allegri el marrón: "Amigo, compóntelas como puedas".
Y es que la peor sensación con la que el técnico de Livorno abandonó Madrid fue la de desconcierto. La temporada pasada el 0-3 del Madrid en Turín le dejó las ideas más claras. Asfixiar con decisión desde el primer minuto para hacer jugar a los blancos el partido que más les molesta era la receta para la vuelta. Pero en el caso del Atlético esa estrategia sólo te lleva a intentar igualar fuerzas. Allegri fue muy explícito en la previa del Bolonia. "Si jugáramos contra el Atlético la semana que viene, nos volvería a pasar lo mismo, pero tenemos 20 días para rearmarnos", decía. Sabe que únicamente con lo que identificó en la sala de prensa del Wanda Metropolitano no le va a valer. "Malicia, velocidad y precisión", dijo. Pero hay mucho más.
A Gasperini le sedujo del Atlético una obsesión muy italiana: "La gestión de los episodios". Sky desglosó uno de ellos en un gráfico. Ríos de tinta se habían escrito sobre el poder aéreo y la capacidad a balón parado bianconera. Pues bien, Simeone les dio de su medicina. Únicamente cuatro goles había recibido la Vecchia Signora en jugadas a balón parado la temporada pasada. Hasta el miércoles, en lo que iba de la 18-19, ninguno. Allegri se llevó ración doble. Otro elemento más que tendrá que analizar en su encierro en el laboratorio durante las dos próximas semanas. "Sería vital marcar pronto, porque ellos juegan siempre igual, independientemente del partido que jueguen", anotaba Gasperini a la desesperada. Claro. Si fuera así de fácil.