Cardoso se juega el puesto contra un Alavés recuperado
Los locales han recuperado la competitividad y pretenden afianzarse en puestos europeos. Por su parte, el Celta llega con el agua al cuello y su técnico, en la picota.
Mendizorroza exhibía en su último partido un ataúd, por las protestas de los partidos en viernes y lunes y "la muerte del fútbol". Hoy puede ser la tumba del céltico Cardoso. En Vitoria no se ha hablado de otra cosa durante la semana; sanciones de LaLiga al club porque cuatro personas tomaron imágenes del campo vacío fuera de su obligada ubicación y propuesta de multa de Antiviolencia por una pancarta y movimientos del público con el partido comenzado. Para colmo, hay indignación entre los medios con el club albiazul: o les doras la píldora o te castigan (sigue el partido en directo en As.com).
En lo deportivo, Abelardo ha podido contar con todos sus efectivos después de muchos meses, pero Ely y Martín aún no tienen el ritmo necesario. Uno sale de una operación por rotura de ligamento cruzado anterior y el otro de una microrrotura de fibras en el cuádriceps. Fue lo que pasó en realidad aunque los partes oficiales nunca lo contaron.
El Glorioso pretende afianzarse en los puestos europeos a costa de un Celta que huele a pólvora. Cardoso se juega el cuello y sin Aspas el proyecto celeste pinta feo. Los albiazules han recuperado la competitividad perdida en el comienzo de la segunda vuelta, que coincidió con las salidas de jugadores importantes y lesiones de otras piezas clave en el juego.
El Celta llega a este partido con el agua al cuello. Se la juega Cardoso, que de perder será cesado, pero también se la juega el club, enfangado en el barro de la permanencia. Los vigueses notan la ausencia de su estrella, Iago Aspas, y la falta de ideas es alarmante. En Mendizorroza sólo les vale ganar para coger algo de aire.