Gameiro resuelve el trámite
El Valencia estará en el sorteo de los octavos con el único lunar en la eliminatoria de la lesión de Garay.
El Valencia, como era de esperar tras su 0-2 de Glasgow, estará mañana en el sorteo de los octavos de final de la Europa League. Al Celtic, hay que decir, le duró más la fe que a sus aficionados cada litro de cerveza. Los de Brendan Rodgers salieron a Mestalla convencidos de que un gol les metía de nuevo en la eliminatoria y ello buscaron, con sus armas y a su manera, hasta que su físico dijo ‘basta’ y los blanquinegros, ‘hasta aquí habéis llegado’, que fue bastante más tarde de lo que el público valenciano hubiera deseado. En concreto lo dijo Gameiro en el 69’. El gol del francés evitó, sobre todo, que el Valencia firmara su tercer partido seguido sin ver puerta en Mestalla, espantando así fantasmas de falta de puntería.
Los McGregor, Hayes, Burke y cía, de salida, corrían como si Mestalla no acabara en la portería de Neto y en una de esas galopadas se lesionó Garay. En un partido en el que el Valencia transmitía que quería que pasara más bien poco, lo que se encontraron al poco de empezar los de Marcelino fue con la lesión del argentino, un contratiempo mayúsculo por lo que le viene al equipo y por el papel relevante que tiene el central.
El Celtic, en verdad, ladraba pero no mordía y la dentadura se le hizo añicos cuando Toljan derribó a Guedes, que aún estando el portugués lejos de su mejor versión no dejó de ser un calvario para sus rivales con sus idas y venidas. Toljan veía ahí su segunda amarilla y dejaba a los suyos con diez en el 37’. A partir de ahí, salvo en un remate de Burke tras un saque de falta lateral, Neto bien podría haberse quitado los guantes y haberse puesto a comer pipas; mientras que Bain empezó a ganarse el jornal.
La tuvo Parejo (otros 90’ a la saca del capitán, algo que era innecesario), también Ferran, Mina y Wass. Pero el gol no llegó hasta que salió Gameiro. Ahí se acabó lo que se daba. Solo quedaba ver en acción a Kang-in Lee, que debutó en Europa, convirtiéndose en el tercer jugador che más joven en hacerlo tras Aarón y Sol. Y casi lo celebra con gol.