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INGLATERRA

El príncipe heredero de Arabia Saudí vuelve a la carga para comprar el Manchester United

Mohamed bin Salmán estaría dispuesto a ofrecer más de 4.000 millones de euros para hacerse con el control del club inglés.

Actualizado a
Vista interior de Old Trafford, estadio del Manchester United.
PHIL NOBLEREUTERS

La familia real de Arabia Saudí vuelve a la carga para intentar comprar el Manchester United. El príncipe heredero de la monarquí saudí, Mohamed bin Salmán (de 33 años), podría ofrecer a la familia Glazer, actuales propietarios, 3.800 millones de libras (más de 4.300 millones de euros) para hacerse con el control del club, según informa The Sun. El precio final podría ser inferior si el United no se clasificase para la próxima edición de la Champions. La fortuna de la familia real saudí está valorada en unos 850.000 millones de libras (970.000 millones de euros).

El interés de Bin Salmán por adquirir el Manchester United ya trascendió en octubre, pero entonces la operación de abortó por la crisis internacional que estalló tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul (Turquía) y en la que se vio involucrado el propio príncipe heredero.

Los 3.800 millones a pagar por el club supondrían un gran negocio para los Glazer. La familia estadounidense aterrizó en 2003 en Old Trafford y, tras sucesivas compras de acciones, controlan el club desde hace 14 años. Se estima que hacerse con la propiedad total del club les costó entonces 790 millones de libras (más de 1.100 millones de euros al cambio de 2015).

La llegada de Bin Salmán, que actualmente es ministro de Defensa de Arabia Saudí, convertiría al Manchester United en el tercer gran club europeo controlado por un Estado de la península arábiga. Precisamente el otro club de la ciudad, el City, está controlado por el jeque Mansour, miembro de la familia real de Abu Dabi. Además, la propiedad del PSG está en manos de la familia real de Qatar, país con el que Arabia Saudí no mantiene relaciones diplomáticas. El conflicto ha provocado el veto a la emisión del canal qatarí beIN Sports en el territorio saudí, donde una cadena denominada beoutQ piratea la señal.